Nuevo frente abierto para la reina Isabel: su primo acusado de aprovecharse de su estatus para hacer negocios con Rusia
El príncipe Michael de Kent, primo de la reina Isabel, se encuentra en el punto de mira por hacer presuntamente un uso fraudulento de su estatus.
La reina Isabel no gana para disgustos. Primero fue la repentina salida de los duques de Sussex de la familia real, más tarde el escándalo que rodea al príncipe Andrés por su relación con Jeffrey Epstein y por último, la muerte del duque de Edimburgo. A punto de retomar su agenda institucional con la apertura del Parlamento junto al príncipe Carlos, ahora la monarca acaba de enterarse de una nueva mala noticia. Y es que su primo, el príncipe Michael de Kent, ha sido acusado de querer hacer uso de su estatus para cerrar acuerdos con el régimen de Vladimir Putin.
El primo de la monarca mantuvo a principios del mes de marzo una reunión por medios digitales con uno de sus confidentes, Simon Isaacs, maqués de Reading, así como dos presuntos inversores de Corea del Sur que querían contratarlo por 10.000 libras al día para que mediara en sus negocios con el presidente ruso.
Según parece, los inversores querían vender oro y el Príncipe se mostró bastante complaciente con la idea, ya que le obtendría una tarifa de 200000 euros por ejercer de mediador. Sin embargo, nada ha resultado como en principio apuntaba.
An undercover investigation can disclose that Prince Michael of Kent is alleged to be secretly selling his privileged access to Vladimir Putin’s Russian regime to business clients seeking favours from the Kremlin #Royalsforhirehttps://t.co/hXYNUeQQif
— The Sunday Times (@thesundaytimes) May 8, 2021
Los inversores surcoreanos eran dos periodistas que investigaban para The Sunday Times y Channel 4, que va a emitir este lunes el reportaje, centrado en los presuntos negocios del primo de Isabel II con el régimen del presidente Putin.
Tal como ha adelantado el diario, los reporteros han intentado esta misma operación con hasta cinco miembros de la familia real pero solo el príncipe Michael de Kent se ha prestado a una mediación con Putin, insistiendo en que era embajador no oficial de la reina Isabel en Rusia.
Por el momento, el príncipe Michael de Kent ha negado toda relación con la trama, así como con el presidente ruso. Desde su gabinete de prensa han puesto el foco en el marqués de Reading: «Lord Reading es un buen amigo, que hizo sugerencias que el príncipe Michael no hubiera querido o no hubiera podido cumplir», han asegurado.
El marqués se ha lamentado por lo que ha sucedido: «pensé que el acercamiento de House of Headong era genuino y solo estaba tratando de facilitar una presentación a mi amigo el príncipe Michael de Kent. Cometí un error y prometí demasiado y por eso estoy realmente arrepentido», ha revelado Lord Reading.
El príncipe Michael de Kent, a sus 78 años, es un miembro de segundo grado de la familia real, pero en varias ocasiones ha ejercido labores de representación por decisión de la reina Isabel. De hecho, no recibe ningún tipo de apoyo de la Corona en términos económicos, aunque sí recibe protección del Estado. Por su parte, su mujer, ha sido una de las personas que más críticas ha recibido en el pasado por uno de sus encuentros con Meghan Markle, en el que lució un broche que muchos considerados un acto racista.