La preboda de Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verrett, convertidos en Barbie y Ken
Los invitados disfrutaron de una cena gourmet preparada por el chef Jonathan Romano, con sashimi como plato estrella
Marta Luisa y Durek deslumbraron a los invitados con sus atuendos coordinados y elegantes
La princesa Marta Luisa de Noruega y el chamán Durek Verrett están listos para dar el «sí, quiero» este sábado 31 de agosto, marcando el inicio de una boda que promete ser épica. Después de dos años de espera, por fin llega el gran día. Aunque, ojo, no serán los únicos protagonistas de la jornada: también se casan Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova en Madrid. Así que, mientras Marta Luisa y Durek están en modo preboda, la competencia nupcial está a la altura.
Este pasado jueves 29 de agosto, la pareja radiante celebró su fiesta preboda en el idílico Hotel 1904 de Ålesund, un lugar de ensueño entre los fiordos noruegos. La celebración fue un verdadero éxito, llena de alegría y diversión. Para esta ocasión especial, optaron por un estilismo coordinado que dejó a todos impresionados. La fiesta preboda, titulada “Meet and Greet” (Conocer y Saludar en español). Fue una manera perfecta para que los invitados interactuaran y se conocieran antes del gran día.
La futura novia, Marta Luisa, deslumbró con un vestido rosa de escote halter, diseñado por su propia marca noruega, Hést, que fundó hace cinco años con sus amigas Anne-Kari Johansen (su dama de honor) y Mónica. El vestido, adornado con el símbolo brillante ‘H’ en blanco sobre el fondo rosa, destacaba por su escote al cuello que acentuaba sus hombros, un cinturón con un elegante broche dorado en forma de corazón, y una falda fluida que se deslizaba suavemente hasta el suelo. Completó su look con un clutch a juego y dos collares: una cadena metálica y otro con una simbólica llave colgante.
El novio, Durek Verrett, optó por un traje a juego, también de la marca Hést, con un estampado de logotipos similar. Combinó la chaqueta y el pantalón con una camiseta blanca básica, y agregó un toque romántico al llevar la misma cadena al cuello que su prometida. Juntos, parecían sacados de un cuento de hadas, como una moderna versión de Ken y Barbie.
El evento, celebrado en el jardín del hotel, contó con una exquisita cena preparada por el chef Jonathan Romano, reconocido con una estrella Michelin. Entre los manjares servidos se destacó un delicioso sashimi. La velada culminó con un concierto en el que los anfitriones habían prometido sorpresas, manteniendo la intriga hasta el final, según cuenta ¡Hola!.
Uno de los momentos más llamativos de la noche fue la llegada de Mette-Marit, quien acaparó todas las miradas. Su aparición, en medio de una situación delicada, fue aún más sorprendente debido a la mascarilla que llevaba, cubriendo la mitad de su rostro. Inicialmente, vestía una sobrecamisa vaquera, pantalones y zapatillas blancas, pero luego optó por un elegante pantalón blanco y un top rojo para la fiesta, según unas fotos publicadas en Se og Hør. Desde el estallido de la controversia relacionada con su hijo Marius Borg, Mette-Marit ha optado por mantenerse en un segundo plano y evitar comentar sobre el tema. Recordemos que el joven admitió haber agredido a una mujer el 4 de agosto y ha hablado abiertamente sobre su lucha con las drogas.