ANÁLISIS

Buckingham vs Kensington: dos formas opuestas de gestionar una crisis

La princesa de Gales ha hablado abiertamente de su diagnóstico de cáncer

Ya el rey Carlos rompió barreras al anunciar su enfermedad mediante un comunicado

Kate Middleton, Rey Carlos III
Kate Middleton y el Rey Carlos, en un montaje de Look. / Gtres
  • Lito Reyes
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Dos formas muy diferentes de gestionar una complicada situación, relacionada con dos de los miembros más importantes de la Familia Real. El Palacio de Kensington y el Palacio de Buckingham cuenta con equipos separados de comunicación, que toman decisiones independientes y que apenas interaccionan. Uno es el responsable de las cuestiones relacionadas con el rey Carlos III y su entorno más directo y, el otro, se ocupa de los príncipes de Gales. Por eso, en medio de un momento crítico para Kate Middleton y para el monarca, a consecuencia del cáncer,  ha habido dos maneras distintas de informar sobre la salud de ambos.

Transparencia vs hermetismo

Tanto el rey Carlos III, como la princesa de Gales se encuentran en estos momentos luchando contra el cáncer. Los dos ingresaron de una manera más o menos paralela y pasaron por quirófano, sin embargo, el Palacio de Buckingham fue, desde el primer momento, mucho más claro en sus planteamientos.

El pasado mes de enero, Kensington anunció que Kate Middleton se había sometido a una intervención abdominal en la London Clinic y, se confirmó que no se trataba de nada relacionado con el cáncer, sin dar más detalles. Con respecto al monarca, sí se dio información más concreta sobre su situación: Carlos III pasaría por quirófano a consecuencia de una hiperplasia benigna de próstata. Es más, tanto el jefe del Estado, como la princesa de Gales estuvieron acompañados por sus respectivas parejas durante su estancia en el hospital, algo que no se producía en tiempos de la Reina Isabel.

A pesar de que desde Buckingham han sido relativamente transparentes en lo que respecta a la evolución y situación del rey Carlos III -compartiendo el diagnóstico de cáncer bastante rápido y publicando de manera regular detalles de su agenda, e incluso fotografías-, lo cierto es que ni el monarca, ni tampoco la princesa de Gales han dado más información sobre el tipo de cáncer que sufre cada uno de ellos. Solamente Kate Middleton ha hablado abiertamente de un tratamiento de quimioterapia preventiva, sin concretar nada más.

El golpe de efecto de la princesa de Gales

No obstante, el vídeo publicado por el Palacio de Kensington el pasado viernes ha sido todo un golpe de efecto en medio de una fuerte crisis de imagen. Una Kate Middleton mirando al frente y en actitud natural, hablando abiertamente de su situación, así como explicando en primera persona los motivos por los que no había compartido su diagnóstico, que no son otros que, el ánimo de proteger a sus hijos.

Una estrategia medida y calculada, que ha partido de una decisión personal de los príncipes de Gales y que, a pesar de que les ha puesto en el punto de mira de rumores y especulaciones, ahora mismo les ha fortalecido frente a la opinión pública. Con su vídeo y, pese a la dureza de su testimonio, Kate Middleton ha marcado la pauta de comunicación de la monarquía moderna. Una pauta ya iniciada de manera discreta por el rey Carlos III.

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