‘Face to face’: la norma que Kate Middleton ha conseguido borrar del código de los Windsor

‘Never complain, never explain’. Este lema, atribuido originariamente al primer ministro británico Benjamin Disraeli, ha sido, a lo largo de varias décadas, la estrategia clave de comunicación de la Familia Real Británica. Algunos consideran incluso que, en ella radica parte del éxito del largo y estable reinado de la Reina Isabel. Sin embargo, cuando este viernes, 22 de marzo, Kate Middleton se ha dirigido en primera persona al mundo entero para hablar abiertamente del cáncer que le ha sido diagnosticado -y del tratamiento de quimioterapia al que se está sometiendo-, ha puesto punto final a una etapa en la que la información sobre la salud de la Familia Real era un secreto. La princesa de Gales ha cambiado las normas no escritas y ha apostado por una declaración directa y ‘en persona’.

Su declaración más sincera

Después de semanas de rumores, especulaciones y hasta teorías un tanto rocambolescas sobre el estado de la esposa del príncipe Guillermo, Kate Middleton ha decidido dar un insólito paso al frente y tomar la palabra. Lo ha hecho por medio de un vídeo en el que se la ve en un entorno campestre -probablemente los jardines de su residencia en Windsor-, vestida de manera casual, visiblemente cansada y afectada, pero mirando a cámara, para conectar directamente con la audiencia. Un mensaje claro y emotivo en el que la princesa de Gales anuncia que padece cáncer y que ya se está sometiendo a un tratamiento de quimioterapia.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por The Prince and Princess of Wales (@princeandprincessofwales)

Un gesto con el que Kate Middleton ha derribado todas las barreras en torno al hermetismo que siempre ha caracterizado a la Familia Real en términos de salud y que supone un claro cambio de guion en la monarquía británica: más abierta y cercana.

Ya el rey Carlos III hace algunas semanas sorprendió al anunciar públicamente que, durante un procedimiento por una hiperplasia benigna de próstata le habían diagnosticado cáncer, algo poco habitual en las estrategias de comunicación de los Windsor. Más aún, el monarca llegó y salió del hospital en compañía de su esposa, que estuvo pendiente de él en todo momento. Al igual que el propio Guillermo de Gales, que ha estado al pie del cañón con Kate Middleton durante su ingreso hospitalario y después. Durante el reinado de Isabel II, esto era absolutamente impensable, tanto que, el príncipe Felipe y la propia monarca iban solos al hospital o a cualquier consulta médica. 

Un cambio de tendencia

Desde que el Palacio de Kensington y el Palacio de Buckingham anunciasen, de manera prácticamente simultánea, que la princesa de Gales y el rey Carlos III tenían problemas de salud, las estrategias de comunicación de ambos departamentos han sido diferentes. Los responsables de prensa de los príncipes de Gales han optado por el hermetismo prácticamente total, lo que ha dado lugar a incontables rumores y especulaciones.

Por su parte, desde las fuentes oficiales del monarca sí se ha dicho que padecía cáncer, y se han ido dando algunas actualizaciones de su estado, incluso con fotografías y vídeos. Algo que ha contribuido a que no se generara alarma en torno a su situación.

No obstante, el comunicado de la esposa del heredero ha supuesto un punto y aparte, un claro cambio de tendencia en las formas de informar y también en cuanto a cuestiones que, hasta hace no mucho, eran de dominio exclusivamente privado.

Ni Carlos III, ni la princesa de Gales han confirmado qué tipo de cáncer padecen pero, en cualquier caso, lo que está claro es que las estrategias de comunicación en la Casa Real están cambiando hacia formas más cercanas y actuales. Un cambio de tendencia iniciado por el monarca y en el que la triste noticia del diagnóstico de Kate Middleton ha supuesto la confirmación.

Eso sí, pese a que los príncipes de Gales han dado un importante paso al frente con la decisión de hacer pública la situación de Kate Middleton, tanto el heredero, como su esposa han pedido de manera específica que se respete su privacidad y la de su familia en este complicado momento, en el que la máxima prioridad es su tratamiento y recuperación.