Las joyas talismán de la Reina Letizia 20 años después de su boda
La Reina Letizia debutó entre la realeza europea con joyas de rubíes y una semana después apostó por los zafiros
El rojo y el azul son dos colores muy simbólicos en su armario desde entonces
Cuando la Reina Letizia debutó entre la realeza europea en la boda de los reyes Federico y Mary de Dinamarca una semana antes de su enlace, lo hizo vestida con un impresionante diseño de Lorenzo Caprile en color rojo y eligió como joyas unos pendientes con forma de cereza de rubíes y diamantes del joyero de la Reina Sofía y unos broches de Chaumet también de diamantes y rubíes que habían sido de la condesa Barcelona. Un estreno por todo lo alto en el que quedó claro, por un lado, que el rojo iba a ser un color importante en la trayectoria de doña Letizia y, por otro, que las joyas de rubíes también iban a tener un peso específico.
Una semana después, en la cena previa a su enlace con Felipe VI, la entonces periodista Letizia Ortiz estrenó un aderezo de zafiros regalo de don Juan Carlos y doña Sofía, compuesto por una gargantilla y unos pendientes que, curiosamente, también habían pertenecido a la condesa de Barcelona.
Desde entonces, los rubíes y los zafiros junto con los diamantes -mucho más presentes en el joyero de los Borbones-, se han convertido en las joyas fetiche de la Reina Letizia y, prueba de ello es las numerosas veces a las que ha recurrido a lo largo de los años para fechas o actos importantes.
De hecho, parece que la esposa del Rey Felipe VI tiene una especial predilección por las joyas con rubíes y zafiros, piedras de las que, dos décadas después de convertirse en miembro de la Familia Real, atesora varias piezas en su joyero particular. A estas se suman las que puede tomar prestadas de la Reina Sofía, que no son pocas, aunque hay un conjunto que, a día de hoy, se le resiste.
Se trata del parure de rubíes que el armador Stavros Niarchos regaló a doña Sofía por su boda y que ofrece muchas posibilidades a quien lo luzca. La madre de Felipe VI lo llevó en la cena previa a la boda del entonces heredero y también lo usó como tiara en la boda del príncipe Hussein de Jordania, hace apenas un año.
Piedras con especial significado
A pesar de que la Reina Letizia no es una gran apasionada de las joyas y de que prefiere piezas discretas en su día a día, en ocasiones especiales sí que recurre a alhajas de mayor envergadura. Es ahí donde podemos verla con las joyas emblemáticas de los Borbones o con otras que son de su propiedad o del joyero de la Reina Sofía.
Son muchas las veces las que la esposa de Felipe VI ha apostado por los rubíes y los zafiros, sobre todo, en forma de pendientes o de pulseras. Por ejemplo, llevó unos pendientes con forma de garra en el 40 aniversario de la Constitución en 2018 que pertenecían a la Reina Sofía y luce con regularidad unos rubíes de Aldao que fueron un regalo de Felipe VI.
Igualmente, en el debut de Leonor en los Premios de la Fundación Princesa de Asturias, estrenó unos espectaculares pendientes de rubíes cuya procedencia no se conoce y también tiene unos pendientes con forma de cascada que ha llevado en más de una ocasión.
En cuanto a los zafiros, además del aderezo regalo de Juan Carlos I y la Reina Sofía, la Reina Letizia también estrenó en un viaje a Londres unos grandes pendientes de diamantes y zafiros y, más recientemente, en Dinamarca y en Croacia, lució dos pares más de pendientes de zafiros de la Reina Sofía.
La elección de los zafiros y de los rubíes, más allá de gustos personales, no es casual. Hay que tener en cuenta que se trata de piedras con unos colores muy concretos, en este caso, el rojo se asocia al tono principal de la bandera de España, así como a la gama cromática del escudo carmesí de Felipe VI. Por su parte, el azul se puede relacionar con el Principado de Asturias y, por ende, con la princesa Leonor.