La guerra de los Hannover por el patrimonio, a examen
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La guerra entre Ernesto de Hannover y su hijo mayor está en un punto complicado. El enfrentamiento entre ambos se remonta tiempo atrás y no parece que vaya a resolverse pronto, sobre todo, después de que un portavoz del marido de Carolina de Mónaco anunciara la retirada de la demanda contra su primogénito por la herencia de la Casa Güelfa.
Una disputa cuyos antecedentes los encontramos más de una década atrás, en especial, cuando Ernesto padre ‘se arrepintió’ de haberle donado propiedades como Marienburg a su hijo, que no dudó en poner a la venta el castillo por una suma simbólica de un euro. Algo que hizo estallar al todavía jefe de la Casa.
Tal como ha trascendido, Hannover ha vendido sus derechos a la empresa Salzburg EAH Betreibungs GmbH, lo que además, le libra de los costes del juicio. Al parecer, la venta de los derechos sobre esta demanda permite que la compañía se haga con parte de los activos de la familia en caso de ganar al juicio.
Por su parte, el príncipe Ernesto Augusto siempre ha dejado claro que la demanda no tiene fundamento y que las afirmaciones que apunta su padre son falsas. No obstante, ello no ha sido óbice para que se encuentre en el foco de la polémica.
En 2004, Ernesto Augusto había dejado el Castillo de Marienburg a su hijo mayor como herencia preliminar. Sin embargo, la boda de Ernesto Augusto con la rusa Ekaterina Malysheva precipitó los desencuentros, porque el marido de Carolina de Mónaco no aprobó el enlace y, a día de hoy, sigue sin conocer a los hijos de la pareja.
Además del castillo familiar de Marienburg, Herrenhaussen y la presidencia de la Fundación Duque de Cumberland, Ernesto de Hannover reclama a su hijo el castillo de Grünau y otras propiedades importantes repartidas entre Alemania y Austria. A esto hay que añadir que Hannover tiene una casa en Kenia, y también una casa en París.
Sin embargo, son muchas las lagunas sobre el patrimonio de Ernesto de Hannover. Hay fuentes que apuntan a que el aristócrata podría tener más de cuatrocientos millones de euros, aunque parece ser que derrochó gran parte de esta cifra. El propio Hannover hijo aludió a esta situación en una entrevista, en la que explicó por qué quería deshacerse de Marienburg.
El hijo mayor del Príncipe habló en 2019 sobre la situación financiera de la Casa hace algún tiempo en un digital alemán, donde aseguró que no disponía de fondos para renovar el Castillo de Marienburg: «Estaría feliz y orgulloso si pudiera mantener el castillo solo. Pero simplemente no puedo hacerlo.»
Según declaró entonces, la población no tenía una imagen correcta de la situación de la familia: «Es un mito que la Casa Güelfa sea inmensamente rica», dijo el heredero molesto. «Honestamente, ¿cómo se supone que voy a ser tan rico? La propiedad que me transfirieron en 2004 es mucho más pequeña de lo que suele afirmarse y, aparte de los edificios catalogados, consistía principalmente en áreas agrícolas y forestales», sentenció.
En esta entrevista, el Príncipe también se pronunció sobre el paradero de los cuarenta y cuatro millones de euros que se habían recaudado en una venta de arte en el palacio en 2005 y que en gran parte estaban destinados a la renovación del edificio: «El dinero se ha ido. Gran parte de los ingresos netos se utilizaron para pagar la deuda que se había acumulado a lo largo de los años antes de que yo asumiera el cargo. Las deudas de mi padre tuvieron que ser pagadas y refinanciadas.»
No obstante, el joven no quiso entrar en más detalles ni criticar al todavía marido de Carolina de Mónaco, cuyo estilo de vida no se corresponde en ningún caso con su patrimonio: «Las viejas deudas que mi padre había acumulado eran considerablemente más altas de lo que se temía. No quiero especular sobre cómo las acumuló. Lo único que es seguro es que no se crearon activos que pudiéramos usar para preservar el castillo. Este dinero está perdido”.
El estado de Baja Sajonia suspendió la adquisición del Castillo de Marienburg por parte de una subsidiaria de la cámara del monasterio de Hannover por el precio simbólico de un euro después de que Ernesto padre revocara la donación de la propiedad a su hijo mayor y comenzara el gran enfrentamiento entre ellos. El joven, sin embargo, aún espera que las autoridades formen parte de las reformas y asuman costes que se acercan a los veintisiete millones de euros.
En dicho momento, el Tribunal Administrativo de Magdeburg admitió a trámite la demanda del Ernesto padre, en la que reivindicaba sus derechos sobre las posesiones expropiadas de la Casa Güelfa, después de haber sido despedido legalmente por el Tribunal Administrativo Federal hace cuatro años. El juez de Magdeburg, Martin Bluhm, dijo que el caso no podía decidirse rápidamente: «Los hechos son demasiado complejos». Las reclamaciones de Hannover incluían áreas forestales cerca de Blankenburg, los dominios de Heimburg y Hessen, la mansión Westdorf, los castillos grandes y pequeños en Blankenburg y apartamentos de alquiler. El valor total, incluidos numerosos objetos sacros y artísticos, se estimaba en más de cien millones de euros.