Todo lo que se sabe de la incorporación de Leonor a la Escuela Naval de Marín

La princesa Leonor terminó a principios del mes de julio su etapa en la Academia General Militar de Zaragoza, cuando el Rey Felipe VI le hizo entrega de su nombramiento como dama alférez del Ejército de Tierra y la Gran Cruz del Mérito Militar con el distintivo blanco. Fue el 3 de julio cuando la heredera puso punto final a sus días en Zaragoza, con la mirada ya en la siguiente etapa: la Armada. Hace apenas unas semanas, el 16 de julio, Leonor visitó la Escuela Naval de Marín junto a sus padres y desde este día 23 es oficialmente guardiamarina de primer año, tal como se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado.

Sin embargo, de momento Leonor tiene por delante algunos días libres hasta que tenga que ingresar en Pontevedra. Días libres, a medias, puesto que, tal como explicó el Rey Felipe en una recepción en París, la Familia Real va a organizarse para poder asistir a todas las pruebas posibles durante el tiempo que van a durar los Juegos Olímpicos, esto es, hasta el 11 de agosto. Esto significa que las próximas dos semanas van a ser intensas para los Reyes y sus hijas, así como para la Reina Sofía, a quien también se espera en París en alguna prueba.

El calendario de Leonor

Según aparece en la página oficial de la Escuela Naval Militar, el curso académico comprende desde el 30 de agosto de 2024 al 31 de julio de 2025, con exámenes de convocatoria extraordinaria en el mes de julio. No obstante, está previsto que los alumnos y alumnas del primer curso ingresen el día 19 de agosto, para comenzar la fase de acogida, orientación y adaptación, previa al comienzo del primer cuatrimestre. Lo más probable es que, tal como ocurrió en Zaragoza, la princesa Leonor ingrese en Marín con los alumnos de primer año. Esto significa que solamente tendrá siete días libres desde que terminen los Juegos Olímpicos y hasta que tenga que incorporarse a la Armada.

El primer cuatrimestre se inicia el 30 de agosto y acaba el 20 de diciembre, con las vacaciones de Navidad. En este primer período están previstas unas maniobras de instrucción y adiestramiento, así como los correspondientes exámenes.

En el caso de la princesa Leonor, no va a seguir el mismo programa de estudios que el resto de alumnos y alumnas, puesto que su formación militar tiene que estar concentrada a tres años, en los que ha tenido que pasar por las tres academias.

Se espera que, una vez superado el primer cuatrimestre, de cara al próximo año, la princesa Leonor se embarque en el Juan Sebastián Elcano, para una gira por diferentes zonas del mundo que tiene una duración de seis meses y que pone punto final al curso.

El Juan Sebastián de Elcano

Entre la Familia Real y el buque-escuela existe una estrecha relación que se remonta a principios del siglo XX. En 1928, el Rey Alfonso XIII embarcó para realizar la navegación de Cádiz a Málaga, en el viaje inaugural del buque. Ese mismo año, recibió la Bandera de Combate de manos de la infanta Beatriz en el puerto de San Sebastián. La ruta inaugural de Alfonso XIII fue rememorada por Juan Carlos I y la Reina Sofía en 2003.

En 1958, Juan Carlos I embarcó como guardiamarina para realizar el XXX Crucero de Instrucción. El buque salió de Cádiz en enero y visitó los puertos de Las Palmas de Gran Canaria, Ciudad Trujillo (Santo Domingo), Cristóbal, Balboa, El Callao, Cartagena de Indias, hasta llegar a Norfolk. En 1979 fue don Juan, conde de Barcelona, quien embarcó en una ruta entre Honolulu y Manila.

En el año 1987 el Rey Felipe VI embarcó en Cádiz, como guardiamarina, en el LVIII Crucero de Instrucción. La salida fue, al igual que la de su padre, un 10 de enero, y visitó los puertos de Las Palmas de Gran Canaria, Sta. Cruz de Tenerife, Río de Janeiro, Buenos Aires, Montevideo, Salvador de Bahía, Santo Domingo y Baltimore. Durante el tiempo que estuvo en el buque, don Felipe se comportó como uno más, con la salvedad de que le acompañaba un escolta y su preceptor. Además, el buque-escuela tiene la particularidad de que es una embajada flotante por lo que, el entonces heredero compaginó su formación con algunas actividades y compromisos oficiales en los puertos en los que recalaba el buque, como miembro de la Familia Real.