Las dos cosas que el rey Carlos no puede perdonar al príncipe Enrique
El monarca acaba de cumplir 75 años y lo ha celebrado con diversos actos.
Carlos III ha recibido la llamada de su hijo menor, el príncipe Enrique, pero el duque de Sussex no le ha visitado.
La relación entre los duques de Sussex y los Windsor es tensa.
El rey Carlos III acaba de cumplir 75 años y lo ha celebrado con diferentes actos y reuniones privadas. Desde que se convirtiera en rey y, siguiendo la tradición, ahora el monarca tiene dos cumpleaños, el de su nacimiento -que ha sido ahora- y la celebración oficial, que se lleva a cabo en el mes de junio, coincidiendo con el Trooping the Colour. No obstante, el monarca no ha querido perder la oportunidad de conmemorar su aniversario con sus seres queridos.
El lunes, el rey participaba en una recepción en su residencia campestre, Highgrove, mientras que fue ayer, fecha de su cumpleaños, cuando Carlos ofreció una velada más privada en su residencia en Londres, Clarence House. Una cita a la que asistieron personas de su círculo más íntimo, como los príncipes de Gales, la princesa Beatriz de York, los duques de Edimburgo, los duques de Gloucester y otros rostros conocidos del entorno del monarca o de la reina Camila.
Como era de esperar, los duques de Sussex han sido los grandes ausentes, aunque según ha trascendido, el príncipe Enrique sí que se ha puesto en contacto con su padre para felicitarle, en un momento en el que las relaciones familiares son, cuanto menos, tensas.
Hay que recordar que, más allá de la salida de los duques de Sussex de la estructura de ‘La Firma’ hace ya varios años, las declaraciones de Enrique y Meghan no han favorecido el encuentro entre los Windsor y la pareja. Es más, el pasado mes de septiembre, el príncipe Enrique solicitó al gabinete de su padre quedarse a dormir en una residencia oficial, pero no se le dio esta posibilidad. No obstante, a Enrique se le ofreció viajar al Castillo de Balmoral en Escocia -donde se encontraba el rey Carlos por el aniversario de la muerte de la Reina Isabel-, aunque declinó la oferta del monarca.
Tensión familiar en aumento
Fuentes cercanas a los Windsor han asegurado en repetidas ocasiones que el príncipe Guillermo está muy dolido con su hermano y no tiene intención de acercar posturas. Sin embargo, el caso de su padre es diferente. Carlos sí está dispuesto a abrir la puerta a su hijo, pero hay cosas que no le puede perdonar. Así lo apunta el tabloide británico Daily Mail.
Según el citado diario, el monarca no quiere cortar las relaciones por completo con su hijo menor, pero está profundamente dolido con su actitud. Tal como explica, el soberano está muy enfadado con el duque de Sussex por todo lo que le ha hecho a su familia, en especial, porque es el causante de que los últimos años de vida de la Reina Isabel fueran de todo menos tranquilos. Un hecho que también subrayó el periodista Tom Bower en su obra Revenge.
No obstante, Enrique no solo hizo daño a la Reina Isabel, sino que ha sido especialmente crítico con la reina Camila, a la que ha acusado de muchas cosas, como de filtrar información a la prensa para su propio beneficio, aunque eso supusiera algo negativo para Enrique y Meghan Markle. Estos presuntos ataques por parte de la esposa del rey Carlos III es otra de las cosas que el monarca no puede perdonarle a su hijo. Quizás con el tiempo logren acercar posturas.