Estas son las cuatro únicas tiaras que Kate Middleton ha llevado desde que se convirtió en ‘royal’
La princesa de Gales ha llevado varias diademas a lo largo de los últimos años
Hay una tiara que nunca ha lucido y que no se espera que lleve
La visita de Estado del emir de Catar al Reino Unido va a ser una oportunidad perfecta para que algunas de las damas de la familia real británica rescaten joyas de importancia que llevan tiempo guardadas. Al fin y al cabo, será la última cena de estas características en el Palacio de Buckingham en los próximos años, debido a la intensa reforma que se va a llevar a cabo en el edificio. La reina Camila va a ser una de las asistentes a la velada en la que, por cierto, no se espera ver a la princesa de Gales, Kate Middleton.
La esposa del príncipe Guillermo ya ha participado en algunos de los compromisos de esta visita del mandatario, pero no en la cena de gala. Por tanto, no la veremos de nuevo vestida de gala, ni tampoco con tiara u otras grandes joyas. Hace ya casi un año que Kate Middleton participó por última vez en un acto de este tipo ya que, además, ha estado alejada de la agenda durante varios meses debido a su tratamiento para el cáncer.
A pesar de que la princesa de Gales no va a participar en la cena, sí que lo harán otras damas de los Windsor que rescatarán diademas y otras joyas. A la espera de ver con qué nos sorprende la reina Camila -que en los últimos años ha rescatado varias piezas del joyero de la Reina Isabel II-, podemos repasar las tiaras que hasta la fecha ha llevado la princesa de Gales.
Las tiaras de Kate Middleton
Desde que se convirtiera en miembro de la familia real, Kate Middleton empezó a tener acceso a las joyas de los Windsor. El día de su boda llevó una discreta diadema de Cartier que antes había lucido la princesa Margarita, hermana de la Reina Isabel II. Una pieza que la princesa de Gales no ha vuelto a lucir nunca.
La esposa del príncipe Guillermo sorprendió al escoger esta diadema, ya que muchos esperaban que se decantara por la tiara Lover’s Knot o incluso por la diadema de los Spencer. Lo cierto es que la tiara de la familia Spencer pertenece al hermano de Diana de Gales, por lo que no era una opción en realidad. La anterior princesa de Gales sí que la llevó en su boda porque era de su familia y prefirió lucirla en lugar de tomar prestada una pieza del joyero de la Reina Isabel II.
La tiara Lover’s Knot, de perlas y diamantes, ha sido una de las piezas que más ha llevado la princesa. Una joya muy asociada a Diana de Gales y que Kate Middleton ha lucido en infinidad de ocasiones. De hecho, la última vez que participó en una cena de gala, en diciembre de 2023, apostó por esta pieza. Sin embargo, no ha sido la única diadema del joyero de los Windsor con la que se ha coronado.
La princesa de Gales también ha sido vista con la diadema de la flor de loto. Una joya que perteneció a la reina madre y que formó parte de las quinielas como posible tiara para su boda. Kate Middleton también ha llevado otra de las diademas de la abuela del rey Carlos III, a la que el monarca estaba muy unido.
En noviembre de 2023, la princesa de Gales sorprendió al rescatar del joyero la diadema Strathmore Rose y colocarla sobre su cabeza, de una manera diferente a la que solía lucirla la madre de Isabel II. Esta pieza llevaba mucho tiempo sin ser vista en público y fue el regalo de bodas que la reina madre recibió de su padre antes de su boda con el duque de York. Isabel Bowes-Lyon se la colocaba en la frente y a su muerte pasó a manos de la Reina Isabel. Sin embargo, hasta que Kate Middleton la rescató, la pieza permaneció guardada desde finales de los años 30 del siglo XX, por motivos que no se conocen.
La falsa tiara
Además de las joyas de la familia real, en la coronación de Carlos III Kate Middleton llevó una falsa tiara. Un original tocado floral a modo de diadema elaborado por Jess Collett x Alexander McQueen y del mismo estilo que el de su hija, la princesa Charlotte. A pesar de que el acto era de gran solemnidad, el monarca no quiso que en su coronación se siguiera el mismo protocolo que en la de la Reina Isabel II y se relajó un poco el código de vestimenta. Aunque no se llevaron tiaras, la princesa de Gales recurrió a este tipo de tocado que simulaba una corona y que fue una de las piezas más originales.