Tamara Falcó e Íñigo Onieva dan el pistoletazo de salida a las celebraciones con su preboda en el Ritz
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Quedan menos de veinticuatro horas para que Tamara Falcó (41) e Iñigo Onieva (34) se conviertan, contra todo pronóstico, en marido y mujer. La pareja celebrará su gran día con una ceremonia en El Rincón, el palacete del siglo XIX que la marquesa de Griñón heredó de su padre, Carlos Falcó; bajo la atenta mirada de más de cuatrocientos invitados, entre los que destacan numerosos rostros conocidos de la crónica social de nuestro país. Así, no es de extrañar que las últimas horas hayan sido de idas y venidas de los novios al enclave, para corroborar que está todo listo.
Se espera que el enlace de los tortolitos termine bautizado como «la boda del año», si bien todo apunta a que la celebración previa a éste, también será objeto de todas las miradas. Hablamos ni más ni menos que de la preboda, que ha dado comienzo en torno a las ocho de esta tarde en el exclusivo Hotel Mandarín Oriental Ritz de Madrid, que incluso ha contado con alfombra roja. La misma fonda que hace unas semanas, fue testigo de la fiesta de matrimonio de Kiko Matamoros (66) y Marta López Álamo (26) y que, el domingo 9 de julio, servirá a los recién casados para despedir a sus familiares y amigos con un almuerzo especial.
Los primeros en llegar a las inmediaciones del lugar fueron la hermana del novio, Alejandra Onieva, y su padre, que lucía una sonrisa de orgullo. El suegro de Tamara ha definido a su nuera como: «Maravillosa». También se dejó ver a primera hora de la tarde-noche Wes Gordon, el director creativo de Carolina Herrera que ha confeccionado el traje de novia de Tamara. Él es el portador del gran misterio de la boda.
La ausencia de Isabel Preysler o Carolina Molas, madres de los novios, en el festejo, no es casual, pues esta fiesta estaba prevista para los jóvenes invitados. De ahí, por ejemplo, que sea un cóctel en el que no falte el Moët & Chandon Impérial, el champanes más emblemático de La Maison desde 1869; y no una cena con los seres querido de los novios sentados. Algo que en propias palabras de Tamara, «es más distendido».
Pese a que no se espera que la celebración se alargue hasta altas horas de la madrugada, sí se conoce que la nota musical al evento la pone el grupo Los Alpresa a partir de las 23:00 horas por petición expresa de Iñigo Onieva. De hecho, el empresario madrileño se ha tomado la libertad de pedir a los integrantes de la formación cuatro canciones que quiere que toquen en versión rumbera: De Triana a Nueva York, de Manuel Linares, Vivir sin aire, de Maná, A mi manera, de Vicente Fernández y Pídeme, de Raya Real; siendo este último el tema que le va a dedicar Iñigo a la socialité.
Asimismo, todo estaría pensado según han desvelado hace escasas horas en Así es la vida, para que Julio José tenga su propia actuación en solitario. «También están preparando otra canción para que cante Julio José»