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Proyectos que no volverán

Íñigo y Tamara: dos corazones rotos y un negocio al traste

  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
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La ruptura sentimental entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha dejado más consecuencias que el propio desamor. Ambos tenían muchos proyectos futuros que querían hacer juntos, pero las cosas no siempre salen como uno quiere y más todavía cuando se cruzan terceras personas. El matrimonio era uno de los más importantes. De hecho, a una persona con fuertes convicciones católicas como la socialité era algo que cobraba especial relevancia en su vida. Pero no era el único ya que ambos habían hablado en varias ocasiones de montar algo en tándem.

Cada uno de ellos tenía un buen olfato para los negocios. Tamara Falcó puso en marcha en 2018 su propia firma, TFP, donde volcaría toda su creatividad a la hora de diseñar ropa. El textil no es el único ámbito donde se ha desarrollado profesionalmente ya que, además de ser imagen de marca, su talento para la cocina -está graduada en la prestigiosa escuela Le Cordon Bleu- le animaron a convertirse en empresaria de este sector.

Su trofeo como ganadora de MasterChef Celebrity 4 le impulsó a seguir aumentando conocimientos culinarios y así ha llegado a ser toda una chef pero que todavía no dispone de restaurante donde ofrecer sus platos. En ese sentido, tanto Íñigo como Tamara tenían en su cabeza inaugurar un restaurante juntos. Así lo desveló el propio Onieva en una entrevista con Cinco Días del pasado mes de mayo: «Mi foco ahora está puesto en la restauración. Y con Tamara tengo previsto abrir un restaurante, a ella le encanta la gastronomía, y juntos vamos a montar un negocio». Una ambiciosa idea que su infidelidad se ha llevado por medio.

Vinculado a la gastronomía nació también la idea más personal y sentimental de Tamara Falcó: hacer un restaurante efímero en El Rincón, el Palacio que heredó de su padre, Carlos Falcó, en Aldea del Fresno. Incluso, llegó a ofrecer una cena para su madre, pareja y amigos allí en lo que fue su debut como cocinera de un establecimiento. Íñigo era un apoyo importante para la socialité en este sentido por lo que está por ver si ahora que ya no están juntos, Tamara sigue adelante con la idea de inaugurar el restaurante en una ubicación fija, que podría ser la madrileña calle de Jorge Juan, tal y como le ha aconsejado Isabel Preysler.

Isabel Preysler y Tamara Falcó en Madrid

Los negocios son una asignatura pendiente para Tamara Falcó e Íñigo Onieva, al menos como pareja. Bajo el paraguas de la marquesa de Griñón, el hijo de Carolina Molas ha inaugurado el que hasta ahora es su proyecto más importante, la discoteca Lula Club, un sitio de referencia de ocio nocturno situada en plena Gran Vía.

Íñigo Onieva también ha rentabilizado el haber compartido vida y corazón con Tamara Falcó. Además de su club nocturno, ocupa otros cargos importantes como son el de director de Mabel Hospitality, ligado a Mabel Capital, del Grupo Tatel, conocido por contar con la participación de socios tan VIP como Rafa Nafal, Pau Gasol, Cristiano Ronaldo y Enrique Iglesias, así como siendo un miembro del equipo del restaurante italiano Totó. Por si fuera poco, su popularidad se ha disparado en redes por haber sido pareja de unas de las celebridades más conocidas, gracias a la cual pudo debutar en Netflix en el reality La marquesa. Ambos pierden el amor, pero también en los negocios.

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