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Si bien el duque de York ha permanecido durante muchos años en el ojo del huracán a consecuencia de unas acusaciones por abusos sexuales, ahora ha sido su ex, Sarah Ferguson, quien le ha arrebatado el primer plano mediático. La madre de Beatriz y Eugenia de York habría optado por adquirir una lujosa propiedad, por el valor de unos 5 millones de libras, en la exclusiva zona británica de Mayfair, ubicada a pocos metros del Palacio de Buckingham. Una decisión que no habría gustado nada a una tercera protagonista en discordia, que ha aprovechado para expresar su malestar de manera pública.
Ha sido la socialité francesa Isabelle de Rouvre quien no ha tenido reparo en hablar largo y tendido con Sunday Times sobre lo mal que le había sentado la noticia de esta nueva adquisición por parte de Sarah. Y es que, fue en 2014 cuando esta misteriosa mujer vendió a los duques de York su chalet de Verbier, en Suiza, por un precio fijado en 18 millones de libras, viéndose obligada la entonces pareja en dar 5 millones en efectivo previamente y con intereses. Una cantidad que Andrés y Sarah dejaron de bonificar, siendo posteriormente demandados por Isabelle hace ya dos años al haber dejado una deuda de casi 7 millones de libras. No obstante, en 2021, De Rouvre accedió a perdonar a la ya expareja la mitad de esta cuantía al considerar que no tenían suficiente dinero para hacerse cargo, más aún teniendo en cuenta que cabía la posibilidad de que el duque de York ingresara en prisión por las declaraciones llevadas a cabo por Virginia Giuffre: “Había entendido que no tenían dinero y creí que él iría a la cárcel en Estados Unidos”, declaraba Isabelle, razón por la que, finalmente, Ferguson y el hijo de Isabel II tan solo tuvieron que pagar 3,4 millones de libras a la que fuera su casera.
De Rouvre parecía feliz con la decisión tomada hasta ahora, pero la compra de esta nueva propiedad por parte de Sarah ha hecho que vuelvan a saltar las alarmas a su alrededor, sintiéndose así un tanto estafada y engañada por la que fuera nuera de la monarca británica y el hijo de ésta: “Estoy indignada por enterarme de que ella acaba de gastar millones en otra propiedad. Es impresionante. La historia es increíble. Es una historia sucia, así lo veo yo. Creí que no tenían ni un centavo”, declara, visiblemente enfurecida al haber hecho un favor a la expareja que ha acabado volviéndose en su contra.
Por el momento, ninguno de los dos protagonistas en cuestión se ha pronunciado al respecto, y tampoco lo ha hecho nadie de su alrededor. De esta manera, ambos, y sobre todo Sarah, dejan entrever que poco les importa lo que opine Isabelle sobre esta nueva adquisición que supone una inversión para la futura herencia de Beatriz y Eugenia de York, continuando con la labor que supone ampliar sus arcas pese a la polémica que ciertos actos pueda acarrearles.