Qué es el síndrome de Williams, la enfermedad que padece la hija del fallecido Arévalo
Nuria, hija de Paco Arévalo, se encuentra en trámites para ingresar en un centro de día
La joven padece una enfermedad poco común que afecta al desarrollo cognitivo de 1 de cada 7.500 recién nacidos
El pasado 3 de enero, el mundo de la comedia se vestía de luto para decir adiós a uno de los rostros más conocidos del país: Paco Arévalo. El humorista falleció a los 76 años en su domicilio a causa de un infarto fulminante, según apuntan varios medios. Desde entonces, lo cierto es que la vida personal del actor se ha posicionado en el centro de todas las miradas con motivo de las numerosas polémicas que han surgido, como por ejemplo la reaparición de Malena García en escena.
Pero, más allá de estas rencillas, los hijos del fallecido también han acaparado gran atención en la esfera pública, tras crear una gran expectación por saber cuáles son los planes de futuro que tienen semanas después de despedirse de su progenitor. Paco Arévalo, primogénito del humorista, ha tomado el papel de portavoz de la familia y ha sido él mismo el que ha desvelado el ingreso de su hermana Nuria en un centro de día con motivo de la enfermedad que padece, el síndrome de Williams.
A las palabras de Paco (ofrecidas a través de una entrevista en Pronto) se han sumado las de su hija Ana, quien ha querido detallar aún más en qué situación se encuentra el proceso de ingreso de su tía: «Lo del centro de día es algo que está en trámite. Es una cosa que mi abuelo estaba gestionando en su día y ahora le toca a mi padre porque, lógicamente, él tiene que trabajar y no tiene todo el tiempo del mundo para estar con Nuria», aseguraba para el digital El Español.
¿Qué es el Síndrome de Williams?
De acuerdo con la información aportada por la propia Asociación Síndrome Williams España, se trata de un trastorno del desarrollo que tan solo ocurre en 1 de cada 7.500 recién nacidos. Es una alteración genética que produce una serie de rasgos faciales típicos en todos sus pacientes como el iris estrellado, el estrechamiento de la frente, la nariz corta, los labios prominentes, el mentón relativamente pequeño, los mofletes prominentes y algo caídos, entre muchos otros.
Centrándonos en los aspectos neurológicos, destaca el déficit cognitivo, la alteración de las funciones ejecutivas, el retraso de su desarrollo madurativo desde edad temprana, dificultades de integración sensorial, aprendizaje escorial y atencional en ocasiones. Por otro lado, cabe resaltar que el 75% de las personas que padecen esta enfermedad presenta estenosis en algunos de los vasos sanguíneos.
Además, en el aparato digestivo, pueden sufrir estreñimiento, hernias enguinales, problemas en la alimentación por reflujos, intolerancias, dificultades sensoriales y de la musculatura. Al tener el iris estrellado, también sufren de estrabismo, miopía o hipermetropía en sus ojos.
Por ahora, no existe ningún tratamiento curativo. Normalmente suele ser conveniente eliminar la vitamina D y los suplementos de la dieta si existe hipercalcemia. Además de destacar la relevancia que tiene instaurar una atención temprana de calidad interdisciplinar.