Qué ha pasado con la famosa empresa de Carlota Corredera tras separarse de Carlos de la Maza
Ambos son socios al 50% de una empresa audiovisual
Se separan tras 11 años de matrimonio y una hija en común
Carlota Corredera anunció el fin de su matrimonio con Carlos de la Maza a través de sus redes sociales: «Carlos y yo ya no somos pareja pero siempre seremos familia. Nuestra prioridad es el bienestar de nuestra hija, menor de edad, por lo que pedimos el máximo respeto y protección para ella en estos momentos tan delicados. Gracias». La presentadora y el cámara de televisión se conocieron en 2011 mientras trabajaban en el desaparecido Sálvame, y celebraron su boda civil dos años después, siendo Jorge Javier Vázquez el maestro de ceremonia.
Fruto de su matrimonio nació Alba, su única hija, que ahora tiene nueve años. A pesar del divorcio, la ex pareja comparte la administración de empresas como Alalba Audiovisual S.L., «una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la producción, promoción y circulación de espectáculos artísticos», según explica en su página web. Carlota y Carlos son socios al 50%, y ahora deben decidir como gestionar la empresa tras su separación. Además, poseen una vivienda de tres plantas en Pozuelo de Alarcón (Madrid), que dispone de gimnasio, cocina, salón y varias habitaciones. La casa familiar también pertenece en partes iguales a la periodista y al cámara de televisión.
Tras el divorcio, las opciones podrían reducirse a dos: vender los inmuebles y repartir las ganancias, o bien, que uno de ellos adquiera la parte del otro por un importe acordado previamente por ambos. Por la forma en la que Carlota anunció su separación en redes sociales, parece que la ex pareja ha terminado de manera amistosa, y es probable que no tengan problemas a la hora de gestionar el patrimonio común. Carlota y Carlos intentarán llevar la nueva situación lo mejor posible por el bien de su hija.
Carlota Corredera explica en una entrevista a la revista Semana que ha cerrado «uno de los peores años de mi vida», aunque intenta sacar el lado positivo y destaca que «también ha sido un año en el que he conseguido aprender muchas cosas que no sabía de mí misma. Yo me suelo quedar con lo bueno». El 2024 le ha demostrado que es más fuerte de lo que pensaba, tras enfrentarse a la dura realidad del divorcio: «Para mí el separarme es una situación indeseada, trágica, que no era evidentemente a lo que yo aspiraba. Yo aspiraba a tener un matrimonio para para toda la vida».
Aunque la presentadora mira hacia el futuro con ilusión, reconoce que «mi corazón está roto, pero está recomponiéndose poco a poco. Siempre lo digo, en los duelos no hay atajos, en este duelo tampoco los hay, pero sí tengo la sensación de que poco a poco estoy levantando cabeza», explica Carlota. La periodista se está apoyando en el cariño de su familia y amigos, que están a su lado en este momento tan complicado de su vida.