Todo sobre la prenda que la Familia Real podría prestar a Ana Obregón para el bautizo de su nieta

Fue el pasado 29 de marzo cuando una conocida revista del panorama nacional anunció que Ana Obregón (68) se había convertido en madre de una niña por gestación subrogada en Miami: Ana Sandra Lequio. Sin embargo, apenas unos días después y en propias palabras de la intérprete de Ana y los siete, se descubría que la recién nacida es realidad, nieta de la veterana presentadora y, por tanto, hija de Aless Lequio, el hijo fallecido de Ana fruto de su relación entre 1991 y 1994, con Alessandro Lequio (68).

Así, la pequeña tiene vinculación de sangre con la Familia Real española, aunque no entraría, eso sí, en la línea sucesoria a la corona de acuerdo a lo establecido en el artículo 57 de la Constitución Española. Pues cabe que recordar que el colaborador de El Programa de Ana Rosa, conocido por el sobrenombre de El Conde Lequio, es hijo de Sandra Torlonia que es, a su vez, prima paterna del Rey emérito Juan Carlos I (85) y descendiente del Rey Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Bettenberg (el padre de Don Juan de Borbón, infante de España y conde de Barcelona, y la abuela de Lequio, la Infanta Beatriz Isabel, eran hermanos).

Sea como fuere, lo cierto es que es precisamente por esta relación filial con los Borbones, que en los últimos días se está especulando con la posibilidad de que en el caso que se celebrase el bautizo de la pequeña, tal y como desveló Marisa Martín-Blázquez en El programa de AR, a principios de verano, cuando la niña cumpla tres meses; Ana Sandra vista con una prenda muy especial para la realeza española. Concretamente, el faldón de cristianar, una pieza tradicional que se pone a los bebés el día de su bautizo y les cubre de la cintura hasta los pies; que ya han lucido antes el Rey don Juan Carlos, el Rey Felipe VI (55) y sus hermanas, las Infantas Elena (59) y Cristina (57), así como los respectivos hijos de los tres, en orden de nacimiento: Felipe Juan Froilán (24),  Juan Urdangarin (23), Victoria Federica de Marichalar (22), Pablo (22), Miguel (20) e Irene Urdangarin (17); y la Princesa Leonor (17) y la Infanta Sofía (15).

La prenda está confeccionada en tela de hilo de color beige con sobrecapa, puntillas de Valenciennes, encajes bordados con motivos florales y cintas de raso, y se usó por primera vez, el 26 de agosto de 2918, en el bautizo del Rey emérito, que tuvo lugar en la capilla del Palacio Magistral de los Caballeros de la Orden de Malta. Después, el vestido se guardó entre paños de terciopelo blanco, como se deben de guardar los faldones de bautismo, para de nuevo utilizado en 1963 para el bautismo de la infanta Elena, primogénita de los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía de Grecia, ya en tierras españolas, en el Palacio de La Zarzuela; y sucesivamente con el resto de miembros de la familia del Rey Felipe VI.

A esperas de que sea prestado o no, toma relevancia que Aless sí lo luciera en su bautismo, así como la menor de los tres hijos del tertuliano, Ginevra Ena, nacida de su matrimonio con María Palacios. «La Reina Victoria Eugenia se lo cedió a mi abuela, la infanta Beatriz, para que lo custodiara. Se presta y de nuevo regresa al palacio, donde se custodia hasta la siguiente ocasión», explicó, en una ocasión el tertuliano.