La petición de Irene Villa a su padre, ingresado en el hospital: "El cielo puede esperar"
A finales de 2023, la periodista sufrió un duro revés familiar cuando estuvo a punto de perder a su padre
Irene Villa ha confesado que su progenitor está "regular" en cuanto a salud se refiere
Irene Villa acudió a la gala Top Mujeres, enclave en el que atendió a los medios de comunicación después de posar en el tradicional photocall. Fue en el marco de esta reaparición donde la periodista habló sobre el delicado estado de salud de su padre, Luis Alfonso Villa, quien lleva más de un mes y medio ingresado en el Hospital Gómez Ulla, centro al que se desplazó el pasado 22 de diciembre debido a una pancreatitis biliar aguda que se ha ido complicando.
Irene Villa sobre la salud de su padre
Sobre cómo se encuentra su progenitor, Irene Villa reveló que «mi padre llevaba un mes y pico ingresado en el Gómez Ulla, donde volví a nacer. Está regular, una pancreatitis es algo largo y complicado. Los médicos dicen que ha tenido mucha suerte». Tras esta declaración, Villa lanzó una petición para que su padre tenga una pronta recuperación, sobre todo, porque no hay cosa que más ilusión le haga a la comunicadora que la presencia de Luis en el día de su boda, entre otras cosas.
«Mi padre está aquí yo creo, porque como le digo: tienes que venir a un acontecimiento tan importante como es la comunión de mi sobrina, que es este año también el 24 y nuestra boda y la boda de mi hermana cuando se case. El cielo puede esperar», indicó,esperanzada. Fue la pasada primavera cuando David Serrato pidió matrimonio a Irene Villa, en plena gala Ibiza Inclusión Fashion Day. Desde entonces, la pareja ha estado inmersa en los preparativos para darse este 2024 el esperado ‘sí, quiero’. Cita en la que la periodista lucirá un diseño de Silvia Fernández.
El miedo de Irene Villa de perder a su padre
Irene Villa confesó el pasado 12 de enero, a través de su cuenta de Instagram, lo mal que lo pasó cuando su padre estuvo a punto de morir. «Como cuento en mi columna semanal, a 3 semanas de una de las mayores pesadillas de mi vida, como la de pensar que perdía a mi padre por una enfermedad con graves complicaciones. No puedo dejar de agradecer», comenzó diciendo.
«Cobra mucho sentido el dicho: ‘Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde’. El tiempo que pasamos con quienes más nos quieren, es el mejor invertido. Como en cada pérdida hay una ganancia. Me quedo con las horas que hemos pasado juntas mi hermana y yo sosteniendo la mano, aparentemente inerte, de nuestro padre, acariciando su cara, visualizando su mejoría, transmitiendo a sus órganos internos energía de sanación… Así llenábamos las horas de visitas a la UCI del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla los ocho días que estuvo allí. Despertó justo el día de Navidad. La celebración más especial y espiritual que he vivido jamás», añadió.