El secreto de Pedro Sánchez para unas vacaciones a cuerpo de rey
Un palacio a la altura de un rey para disfrutar de un descanso estival tras unos meses convulsos. Pedro Sánchez ya se encuentra en Lanzarote, donde llegó hace unos días después de la tradicional rueda de prensa en la que ha hecho balance de los últimos siete meses de la legislatura. El presidente del Gobierno permanecerá en la isla hasta el próximo 11 de agosto y lo hará en la residencia oficial de La Mareta, que este año acapara una especial atención tras las recientes informaciones en relación al rey Juan Carlos.
El Palacio de la Mareta, situado en una zona privilegiada de la isla, fue una donación que el rey Juan Carlos hizo a Patrimonio Nacional a finales de los años 80 y que el exmonarca recibió como regalo del rey Hussein de Jordania, gran amigo del padre de Felipe VI.
La Mareta se construyó a finales de los años setenta por indicación del monarca hachemita y bajo la dirección de César Manrique, aunque nunca llegó a alojarse en ella, sino que prefirió cederla al rey español. No solo la Familia Real ha hecho uso del complejo, sino que a lo largo de los años algunos mandatarios extranjeros como Helmut Kohl o Mijail Gorbachov se han alojado en el palacio, así como presidentes españoles como José María Aznar o José Luis Rodríguez Zapatero.
El palacio se ubica en la Costa Teguise , en una parcela de más de 10.000 metros cuadrados de de jardines, varios edificios, diez bungalows, piscina, un lago, pista de tenis, cancha de baloncesto y acceso directo a la playa. Su arquitectura tiene un claro diseño canario, en tonos blancos con detalles verdes.
No es la primera vez que Pedro Sánchez se hospeda en La Mareta. Ya lo hizo en Fin de Año en 2018, tras pasar las navidades en Las Marismillas de Doñana, aunque parece que este año se han hecho algunas reformas para que su estancia sea más confortable.
En el año 2015, poco después de su proclamación como jefe del Estado, don Felipe tomó la decisión de poner la residencia al servicio de los intereses turísticos de España, para que pudieran alojarse en ella dirigentes internacionales o figuras del mundo de la cultura.
Un lugar lleno de recuerdos para los Borbones
Aunque nunca ha sido destino oficial para las vacaciones de verano de la Familia Real, La Mareta está muy vinculada a los Borbones. En el palacio se refugiaron en 1993 tras la muerte del conde de Barcelona y años después celebrarían allí el Año Nuevo. Una Nochevieja en la que estuvieron don Juan Carlos y doña Sofía, las infantas Elena y Cristina con sus familias, las infantas Margarita y Pilar con las suyas, el príncipe de Asturias, la princesa Irene de Grecia y la madre del Rey, la condesa de Barcelona, que fallecería el 2 de enero en el palacio. La muerte sorprendió a doña María de las Mercedes mientras descansaba después de haber disfrutado de un almuerzo en familia.
En 2005, cinco años después de la muerte de la condesa de Barcelona, don Felipe y doña Letizia regresaron a La Mareta para pasar las vacaciones de navidad con Leonor, en el que fue su primer viaje fuera de Madrid. Meses después, don Juan Carlos y doña Sofía se alojaron en la casa en su vista a Canarias, en noviembre.