Pablo Motos regaña en directo a Tamara Falcó y la manda a confesarse por "mentir" sobre su familia
Tamara Falcó regresó a 'El Hormiguero' más callada de lo habitual este jueves
El presentador terminó regañándola cuando ella negó rotundamente que en su familia hubiera favoritismos
La marquesa terminó revelando anécdotas sorprendentes de su infancia
Tras su reciente cumpleaños celebrado en pleno directo y el pequeño roce que protagonizó con Cristina Pardo ese mismo día, Tamara Falcó regresó a El Hormiguero en una noche que terminó girando alrededor de una inesperada regañina de Pablo Motos. Aunque suele ser una de las colaboradoras más participativas y espontáneas, este jueves 27 la marquesa de Griñón llegó al programa con un perfil mucho más discreto: hablaba poco, observaba mucho y parecía medir cada palabra que decía. Esa actitud, tan diferente a la habitual, no pasó desapercibida para el presentador, que no tardó en ponerla en el centro de la mesa.
El momento clave llegó cuando Motos quiso abrir un tema más personal y le preguntó directamente si en su familia había existido algún tipo de favoritismo entre los hermanos. La marquesa respondió con firmeza y sin dudar: «No». Ni favoritismos, ni preferencias, ni un hijo señalado como «especial». «Todos somos amados en la familia», añadió, segura de sus palabras. La respuesta, sin embargo, no convenció en absoluto al presentador.
«No te creo», soltó Motos, mirándola fijamente y provocando un estallido de risas en el público. Fue entonces cuando lanzó la ya célebre regañina: «Mañana quiero que vayas a confesarte a primera hora y que le digas al cura: ‘He mentido a Pablo Motos en directo’». Una frase exagerada y humorística, muy en su estilo, pero que dejó claro que, para él, Tamara estaba escondiendo la verdad. Las hormigas tampoco tardaron en intervenir, gritando que, por supuesto, ella había sido la favorita.
Lejos de incomodarse, Tamara mantuvo la calma y defendió su postura. Pero esta insistencia en negar cualquier favoritismo familiar fue precisamente lo que abrió la puerta a una de las confesiones más sorprendentes de la noche. Entre risas, reconoció que su madre sí tenía una regla muy clara: el pequeño siempre tiene la razón. Y eso, admitió, funcionó de maravilla cuando ella ocupaba ese puesto… y fue un desastre cuando dejó de serlo.
A partir de ahí, y casi sin darse cuenta, Tamara empezó a contar anécdotas que hicieron que la supuesta «mentira» dejara de importar. Reveló con total naturalidad episodios que, vistos hoy, suenan más a trama de comedia negra que a recuerdos familiares: intentos de empujones contra paredes, lanzamientos fallidos por la ventana del segundo piso y rivalidades infantiles que en su casa se vivían con especial intensidad. «Menos mal que Chábeli paró a Enrique», comentó con humor, recordando aquel momento en el que, según dijo, su propio hermano intentó tirarla por la ventana. Juan del Val, sorprendido, le recordó que minutos antes había asegurado que no quería contar si había o no una favorita… pero que no tenía problema en relatar «intentos de asesinato fraternal». Tamara, sin perder la sonrisa, admitió que a veces se le olvida que la ven cinco millones de personas.
La velada también recuperó el pequeño encontronazo que tuvo con Cristina Pardo durante la celebración de su cumpleaños. La periodista le había reprochado que no respondiera a las felicitaciones del grupo de WhatsApp, enviadas desde las 7:00 de la mañana. Tamara explicó que se levantó tarde, que pensaba contestar más adelante… y que nunca llegó a hacerlo. «Eres un poco rencorosa», le lanzó en tono de broma, mientras Pardo reafirmaba que seguía esperando la contestación.