Ordenan la demolición de La Gaviota, el refugio favorito de Antonio Banderas en Marbella

Varapalo para Antonio Banderas. La Gaviota, la casa que fue testigo de sus primeras veces con la que fue su esposa, Melanie Griffith, y que vio crecer a su hija en común con la actriz de cine estadounidense, Stella del Carmen, en Marbella; será demolida próximamente. Así lo ha dictaminado el Tribunal Supremo en una resolución que se remonta a 2015, cuando se descubrió que la vivienda se había construído con una licencia ilegal concedida en 1995 por el equipo de Gobierno del entonces alcalde de Marbella, Jesús Gil.

Ubicada en la zona de Los Monteros Sur, una de las más exclusivas de la ciudad y un balneario de la Costa del Sol, Antonio Banderas adquirió esta vivienda en el verano de 1996, y lo cierto es que desde entonces ha sido su regugio favorito en nuestro país. Allí le hemos visto muchos veranos con la actriz Melanie Griffith -cuando todavía eran marido y mujer e incluso después-, y la hija de los dos; así como con su actual pareja sentimental, Nicole Kimpel. De hecho, en 2018, la empresaria concedió una entrevita a la revista ¡Hola! desde esta casa. En La Gaviota, Antonio Banderas pasó también el confinamiento por la pandemia del coronavirus.

Antes de pertenecer a Antonio Banderas, La Gaviota fue de Encarna Sánchez. La periodista la mandó construir tras adquirir la licencia antes citada a cambio de brindar su apoyo al político en las elecciones de 1991 y 1995 a través de los micrófonos de COPE; aunque sin presagio alguno de que iba a disfrutarla más bien poco, pues la natural de Carboneras falleció apenas un año después de fijar su residencia de verano en Marbella, a consecuencia de un cáncer en la garganta, que sufría desde hacía años. Encarna Sánchez murió a los 56 años de edad pese a haber recibido tratamiento en diversos centros españoles y en una prestigiosa clínica de Suiza contra la enfermedad.

Los ‘males’ de Antonio Banderas con La Gaviota

El Plan General de Ordenación Urbana de 2010 legalizó la construcción de la vivienda en primera línea de playa de Marbella donde el actor residía, pero años después, tras un análisis, dicho plan fue suspendido; declarando a La Gaviota como ilegal y dando paso así a incontables dolores de cabeza para Antonio Banderas con respecto a la vivienda. El actor se sintió víctima del Ayuntamiento de Marbella, afirmando: «No he cometido ninguna ilegalidad. Compré la casa a un tercero y con todos los papeles en regla».

El Tribunal Supremo finalmente legalizó 6.500 casas, incluyendo la del malagueño, en 2014. Sin embargo, esto vino con una condición: debía ceder 1,243 metros cuadrados de la parte lateral para la instalación de una depuradora. Según los documentos urbanísticos, éstos correspondían a suelo no edificable, de modo que al final se usaron para ampliar el paseo marítimo de Marbella.

A pesar de este acuerdo, el actor no ha logrado salvar uno de sus bienes más preciados, según la revista Lecturas.