Mario Biondo: una muerte sin resolver siete años después
Hace siete años que Mario Biondo apareció muerto en su casa de Madrid y todavía hoy son muchas las incógnitas que rodean el suceso
Han pasado siete años desde que Mario Biondo fuera encontrado muerto en su casa de Madrid. Más de un lustro en el que tres autopsias, una guerra abierta y una investigación forense siempre puesta en duda después no han servido para arrojar ni un rayo de luz sobre lo que en su momento fue cerrado como un caso de suicidio.
Aunque el dolor y el desgarro marcaron los primeros compases del luto de Raquel Sánchez Silva, viuda del cámara, la presentadora quiso pasar la página más triste de su vida lo antes posible y, lejos de tomarse un descanso, retomó su vida pública y profesional cuando todavía no se había cumplido un mes desde la fatídica muerte de Mario. Mientras esto ocurría, en Palermo la familia del cámara alzó la voz para poner en duda que su hijo se hubiera quitado la vida, algo que los separó para siempre de Raquel, que aceptó la investigación policial y posterior resolución judicial desde el primer momento.
Las tres autopsias de Mario Biondo
La primera autopsia de Mario Biondo la firmó el doctor Abeza Rojo y concluía que Mario Biondo se había suicidado ahorcándose con una pashmina. El segundo examen forense al cuerpo del fallecido se hizo a petición de las autoridades italianas. Pippo y Santina, padres del fallecido, consiguieron que en Italia se reabriera el caso de la muerte de su hijo, pero la segunda autopsia supuso un duro golpe para ellos ya que concluyó que “no había signos de violencia en el cuerpo” y que, por tanto, al no haber intervenido una tercera persona, se considera suicidio -sea o no sea una muerte voluntaria-.
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Los padres de Biondo no se conformaron con los resultados y encargaron un informe a dos forenses italianos cuyos resultados hicieron públicos. Según Corrado Cugno y Maurizio Cusimano, la postura del cuerpo del fallecido no era compatible “con la posición voluntaria en una dinámica de suicidio”. En base a este informe, en octubre de 2018 la fiscalía General de Palermo toma la decisión de reabrir el caso de la muerte de Biondo y solicita una tercera autopsia del cuerpo. El examen forense fue realizado por siete peritos y, a pesar de que se remonta al 5 de noviembre de 2019, todavía no se han hecho públicos los resultados.
Tal y como desveló Santina en exclusiva a este digital en reiteradas ocasiones, es la policía italiana la que ha prohibido publicar los datos de la última autopsia ya que, según la madre de Mario, es un hecho que la propia familia del fallecido ha denunciado y que “podría confirmar el homicidio” lo que la policía está investigando actualmente.
La investigación al autor de la primera autopsia
A fecha de hoy en España la muerte de Mario Biondo está cerrada como un caso de suicidio, pero todavía hay un capítulo sin resolver. El 16 de enero de del pasado año fue admitida a trámite una querella presentada por la familia del cámara contra el doctor Abeza Rojo, forense que se encargó de la primera autopsia. Las diferencias entre su informe y el de los dos forenses italianos contratados por los padres del fallecido, unidas a las numerosas contradicciones que se observan entre el acta del levantamiento del cadáver y las declaraciones de los testigos son -en gran medida- la causa de la investigación que pesa sobre el profesional.
Tal y como se ha publicado en La Vanguardia, José Abeza Rojo declaró ante una juez el pasado lunes 27 de mayo y, lejos de aportar o resolver alguna de las preguntas, se limitó a suscribir una por una las palabras que firmó hace hoy siete años, sin admitir error alguno por su parte.
Las contradicciones del caso
Durante estos siete años son muchas las preguntas sin resolver que han marcado el caso. Más allá de las distintas conclusiones de los médicos forenses, hay varias contradicciones y datos que todavía no se han resuelto.
Se supone que el cuerpo de Mario Biondo fue encontrado por la asistenta del hogar sobre las 17.00h, pero hay un testigo que afirmó en su momento que sobre el medio día vio ambulancias delante del portal en el que vivía el italiano y se enteró de que alguien había fallecido. Además, el día de su muerte el cámara tenía que haber acudido a trabajar a ‘Masterchef’ y dos personas del equipo del programa de cocina declararon ante el juez que sobre las dos de la tarde ya supieron que no verían a su compañero.
La noche en la que Mario Biondo perdió la vida Raquel Sánchez Silva estaba en Plasencia. Así lo declaró la viuda ante las autoridades y así consta en el auto oficial. Pero según se ha publicado en las últimas semanas en ‘Le Iene’, un conocido programa italiano que se ha volcado en el misterio que envuelve la muerte de Mario, la periodista podría haber pasado la noche en Madrid en una fiesta dada por el empresario Kike Sarasola.
Tras la muerte de Biondo su ordenador fue manipulado dos veces y, según se ha podido conocer tras las filtraciones de las declaraciones de la que fuera su mujer en el marco de la investigación, Raquel Sánchez Silva fue quien encendió el portátil para eliminar imágenes que consideraba personales.
El papel de un traficante de drogas llamado Nacho Leonardi, el hecho de que se borraran miles de datos del portátil personal del fallecido desde una dirección IP que coincide con la del primo de Raquel Sánchez Silva en Plasencia, la marca en el cuello de Mario que no coincide con el pañuelo que se supone que terminó con su vida y la rapidez con la que en España se concluyó que era un suicidio a pesar de las contradicciones evidentes en el informe de la muerte son los capítulos que todavía faltan por escribir de una historia que, siete años después, parece no llegar al final.