Muere Mari Carmen y sus muñecos a los 80 años por una caída
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El ámbito del humor español está de luto, y no es para menos. Ha sido hace escasos minutos cuando se ha dado a conocer la triste muerte de María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa, más conocida por los espectadores como Mari Carmen y sus muñecos. Un triste varapalo que ha tenido lugar en Tenerife a consecuencia de una caída, acabando con la vida de la humorista a los 80 años de edad.
Como no podía ser de otra manera, esta noticia ha generado un gran revuelo dentro del ámbito nacional, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de la pérdida de una de las ventrílocuas más destacadas en España. Y es que, resulta extraño encontrar a alguien en este país que no se acuerde de Mari Carmen y de sus míticos muñecos entre los que estaban Doña Rogelia, Daisy, Nícol y Rodolfo, los cuales llevan años descansando en una caja después de haber sido los grandes compañeros de la humorista en la pequeña pantalla.
Durante muchas décadas, la artista conquense ha podido presumir de haberse integrado a la perfección en la historia del espectáculo y de la televisión tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, ganándose el cariño de una exigente audiencia que esperaba como agua de mayo sus apariciones en programas como Cine de barrio.
Pero para conocer los inicios de Mari Carmen en la esfera de la fama hace falta viajar en el tiempo hasta finales de los años 60 del siglo pasado, fecha en la que alcanzaba un estrellato que fue manteniéndose hasta tres décadas después. Sin embargo, con la evolución de los contenidos televisivos, la humorista fue perdiendo fuerza dentro de los medios de comunicación. Una serie de cambios que no consiguieron en absoluto que se rindiera, habiendo optado por permanecer en un segundo plano para preparar otros proyectos tan ilusionantes como los que había llevado a cabo hasta ese mismo momento.
Es por ello que, en los últimos años, podría decirse que la vida laboral de Mari Carmen ha estado más enfocada a las conferencias y a la concesión de entrevistas, además de a disfrutar plenamente de sus seres queridos en Tenerife, isla de la que había hecho su principal lugar de residencia hasta que ha llegado el día de su despedida.
En sus últimos días de vida, la ventrílocua aprovechó su tiempo libre para escribir su último libro, en el cual pretendía contar los mejores momentos de sus 80 años inspirándose en Woody Allen para la redacción. Una obra que iba a tener como título Intento desesperado de escribir mis recuerdos sin la insoportable presencia de mis niños y que ahora apunta a permanecer en un borrador hasta que los más allegados a Mari Carmen decidan qué hacer con las palabras de la humorista, la cual tenía como objetivo que su historia fuera objeto de diversión para todo aquel que se animara a leerla, intentando así sacar una sonrisa a sus seguidores como en antaño.