Montealto, la mítica mansión de Rocío Jurado, tiene nuevo dueño tras años ‘abandonada’
Las últimas palabras que Rocío Jurado escuchó antes de morir
Se filtran las impactantes fotografías del deplorable estado de Montealto, la mansión de Rocío Jurado
La Policía investiga unas pintadas en la casa que Rocío Jurado tenía en Chipiona
Han pasado más de diecisiete años desde de la muerte de Rocío Jurado, a los 61 años de edad, a consecuencia del cáncer de páncreas que le había sido diagnosticado varios años atrás. La artista, cabe recordar, murió rodeada por sus familiares y amigos más cercanos en la casa que poseía en La Moraleja y que durante tantos años, y también ahora, había sido objeto de todas las miradas en la crónica social de nuestro país: Montealto.
Rocío Jurado adquirió el chalet, ubicado en La Moraleja, una urbanización residencial situada en el municipio de Alcobendas, en la zona norte del área metropolitana de Madrid en 1988, y vivió allí los últimos dieciocho años de su vida, hasta el día de su muerte. Después, y por deseo expreso de la intérprete de Como una ola o Se nos rompió el amor, el inmueble se puso en venta y en 2008, un inversor lo compró por la friolera de 3.400.000 de euros. Pero los pagos y gastos que supone una casa de tales características, sumado a la fuerte crisis inmobiliaria que se vivió en el años 2008, terminaron por arruinar al comprador, y la vivienda quedó en manos del banco y, en 2017, puesta a subasta pública. Hasta hoy.
Es digno de mención, en este sentido, que antes de fallecer, Rocío Jurado dejó por escrito que, una vez ella no estuviese, la casa saltara al mercado inmobiliario para, poder así hacer efectivo el reparto de la cantidad generada con su venta de la siguiente manera: dos tercios para su primogénita, Rocío Carrasco, y un tercio para sus otros dos hijos. Y así fue. «Yo si tuviera ese dinero en el banco no lo dudaría. La compraría. Los primeros nueve años de mi infancia los viví con ella en esa casa», dijo Rocío Flores, entre lágrimas, en Ya son las ocho, al respecto de la vivienda.
Ahora, según ha trascendido, la vivienda tendría nuevo comprador y, por ende, nuevo dueño. Si bien no han trascendido, de momento, demasiados detalles acerca del afortunado -ni siquiera su identidad-, sí se conoce que éste estaría llevando a cabo labores de demolición en el interior del domicilio. Cabe recordar aquí, que durante los años en que Montealto ha estado deshabitada, su estado ha sido más que deplorable, distando, en la actualidad, de la realidad en la que vivió allí La Más Grande. Así lo muestran, al menos, unas imágenes tanto del exterior, como del interior de la casa que vieron la luz hace escasamente un año.
Así es Montealto
Con todo lujo de excentricidades y lujos. Así podía definirse Montealto durante los años gloriosos de Rocío Jurado, y así podrá hacerse nuevamente tras la reforma que vaya a llevar a cabo el nuevo comprado. La vivienda cuenta con una parcela de 2.680 metros cuadrados de los cuales, 360, pertenecen solo a la primera planta. Allí se hallaba la cocina, las seis habitaciones, los ocho cuartos de baño y los salones. Por su parte, en la planta superior, hay otras habitaciones y baños de tipo suite. Asimismo, el nuevo inquilino podrá disfrutar de su espectacular piscina, el gimnasio, un tablao flamenco e incluso una bodega.