Así era la vida familiar de Meritxell Borràs y Dolors Bassa antes de entrar en prisión
«Ni por las malas notas, ni por las broncas, ni por cada minuto que hemos estado enemistados. Sólo puedo decir: te quiero y te echo de menos». Este era el mensaje que Bernat Asensio Borràs, hijo mayor de Meritxell Borràs escribía en su Twitter horas después de que su madre ingresase en prisión. La exconsejera del Govern de la Generalitat perdía su libertad este jueves por orden de la juez Carmen Lamela y su vida cambiaba para siempre. También la de los suyos, que profundamente apenados recibían la noticia entre la estupefacción y el dolor.
Ni per les males notes, ni per les bronques, ni per cada minut que hem estat barallats. Només puc dir: t’estimo i et trobo a faltar pic.twitter.com/FJZNpYBUcQ
— Bernat Asensio (@AsensioBernat) 2 de noviembre de 2017
Pero Borràs no es la única del extinto Govern que se ha visto obligada a instalarse en Alcalá Meco. Dolors Bassa, exresponsable de la conselleria de Treball, es la otra a la que la Audiencia Nacional ha decidido enviar a prisión preventiva y, en su caso, también se esconde una familia rota. ¿Cómo son las dos independentistas fuera de la vida pública? ¿Quiénes son estas dos mujeres que ‘se esconden’ detrás de la política?
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Dolors Bassa: una mujer «entrañable y familiar»
Casada, con dos hijos ya mayores y una nieta, María Dolors Bassa i Coll (58) es una mujer «entrañable y familiar» para quienes la conocen en las distancias cortas. «Es muy ‘chiquitina’. Parece incapaz de hacerle daño a nadie», opina una persona de su entorno. «Es una mujer cercana y agradable. Siempre que te ve por la calle, te sonríe y saluda», relata por otro lado a LOOK un vecino de Torroella de Montgrí, el municipio de la provincia de Gerona donde ha residido Dolors desde su nacimiento.
Más cautos son, sin embargo, en los colegios Vedruna de Palafrugell y Sant Gabriel de Torroella, respectivamente. Lugares donde Bassa ejerció de profesora de catalán en EGB entre los años 1979 y 1981. «Hace ya mucho tiempo de aquello. La mayoría de profesores que coincidieron con ella están jubilados», cuentan a LOOK en el primer centro. Con respecto al segundo, han preferido declinar cualquier declaración y mantener prudencia ante los hechos que acontecen ahora mismo en la vida de la catalana.
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Meritxell Borràs: su familia es fiel a ella y a sus ideales
Por su parte, Meritxell Borràs i Solè (53) es una catalana nacida en L’Hospitalet e hija del ya fallecido dirigente de Convergència, Jacint Borràs. Está separada y hasta su detención residía en esta localidad con sus dos hijos, Bernat y Eudald, en una casa situada en un barrio residencial tranquilo.
En su ausencia, en esta residencia permanece su familia a la espera de conocer el porvenir de Meritxell a partir de ahora. Tal es la angustia que viven los Asensio Borràs en estos momentos, que se muestran muy enfadados cuando LOOK contacta con ellos para saber cómo se encuentran. «No vamos a hacer declaraciones», exclaman en catalán al otro lado del teléfono. Por su parte, Antonio Asensio, padre de los hijos de Meritxell, pide justicia. «Mis hijos serán libres gracias a lo que hicieron nuestros abuelos, padres y también nosotros. Ahora más que nunca, larga vida a la República de Cataluña», escribía en sus redes sociales horas después de la detención de Borràs. «Todo mi apoyo al Govern legítimo de Cataluña, incluido los Jordis. Venceremos al final», añadía en uno de sus últimos tuits.
La realidad es que ahora tanto Bassa como Borràs se enfrentan a la preventiva incondicional por la imputación de varios delitos que efectúa el Ministerio Fiscal. Desde el otro lado de los barrotes de Alcalá Meco y mientras sus familias saltan a la defensiva con los medios de comunicación y cuelgan tuits reivindicativos, ellas se despiden de aquella rutina de apariencia amable que ahora parece quedar tan lejos.