Las lágrimas desgarradoras de la mujer de Kobe Bryant en su último adiós
Vanessa Bryant ha dado uno de los discursos más emotivos desde hace mucho tiempo en la última despedida a su marido Kobe Bryant y a su hija Gianna
Rota por el inmenso dolor, Vanessa Bryant subía al escenario del Staples Center para dar las últimas palabras a su marido, Kobe Bryant y a su hija Gianna, conocida de forma cariñosa como ‘Gigi’, tras el fallecimiento en un trágico accidente de helicóptero el 26 de enero.
En un pabellón lleno de aficionados y estrellas, la que más brillaba en ese momento era la de la ‘Mamba’. A pesar de los veinte mil fans que abarrotaron las gradas, Vanessa tuvo la templanza de leer uno de los discursos que se recordarán para siempre, y en el que apenas pudo contener las lágrimas.
La viuda de Kobe comenzó agradeciendo a todo el mundo el apoyo que habían recibido en estos días desde el trágico suceso, para después dedicarle a su querida Gigi unas letras: “Gianna Bryant era un alma increíblemente dulce y gentil”. “Era tierna y cariñosa por dentro, tenía la mejor sonrisa. Era contagiosa, era pura y genuina. Me encantaba la forma en la que me miraba mientras me abrazaba”, expresó la mujer del emblemático jugador de los Lakers, aunque cada palabra que salía de su boca desgarraba su corazón.
Para uno de los mejores jugadores de la historia también quiso dedicarle su espacio, en unas líneas que seguramente no hubiese querido escribir nunca: “No podía verlo como una persona famosa o un increíble jugador de baloncesto de la NBA. Era mi dulce esposo y el hermoso padre de nuestras hijas. Era mi todo”, aseguró Vanessa Bryant. A lo que añadió: “Quería que renováramos nuestros votos. Quería que Natalya (la mayor de sus hijas) se hiciera cargo de sus negocios y que viajáramos juntos por el mundo. Esperábamos envejecer juntos. Kobe era el MVP de sus hijas o el MVD (‘Most Valuable Dad’)”, unas palabras de una mujer fuerte que rompen por dentro y por fuera a cualquiera.
Lágrimas y mucho dolor de Vanessa Bryant, aunque con el fuero interno tranquilo porque como bien recitó en las últimas líneas del discurso emocionada, «Dios sabía que -Kobe y Gianna- no podían estar aquí el uno sin el otro, por eso se los tuvo que llevar juntos. Bebé, tu cuida a nuestra Gigi, que yo aquí me encargo de Natalia, Bianka y Capri. Todavía seguimos siendo el mejor equipo».