Aniversario de boda y una tregua electoral: ‘el lado bueno de las cosas’ para Iker Casillas
El exportero del Real Madrid, Iker Casillas, siempre positivo en todo momento y viendo ‘El lado bueno de las cosas’
El 20 de marzo podría considerarse uno de los días más felices en la vida de Iker Casillas. A pesar de la cuarentena y del aislamiento forzoso al que todo el mundo tiene que someterse por culpa del coronavirus, el exportero del Real Madrid y su mujer Sara Carbonero tienen motivos para poder estar de celebración. Si este jueves festejaron el Día del Padre con los pequeños sin salir de su vivienda de Oporto, este viernes lo harán por su cuarto aniversario de bodas. A esta felicidad hay que sumarle que la RFEF ha tenido que aplazar las elecciones a causa de la pandemia. Una tregua electoral que no le viene nada mal al madrileño.
Iker Casillas siempre ha tenido un mensaje de optimismo para todo, al igual que su mujer, Sara Carbonero. Incluso en los peores momentos, aquellos en los que el matrimonio se ha tenido que enfrentar a lo peor juntos, pero por separado: un infarto y un cáncer. Como a cada persona, la vida te pone pruebas en muchas situaciones para que uno las supere, como le ha ocurrido al exportero durante su etapa profesional, pero sobre todo en la personal. Casillas siempre ha sacado de las dificultades ‘el lado bueno de las cosas’, como así hiciera el protagonista de la película.
Los partidos en el banquillo, las lesiones, el entrenador portugués Mourinho, la despedida amarga en soledad del club de sus amores… en definitiva, trabas en su trayectoria profesional a las que tuvo que hacer frente durante los últimos años como jugador del Real Madrid. Pero para Casillas, ha habido momentos peores que un banquillo o una mera lesión: el infarto de miocardio agudo que sufrió o el cáncer de ovario de Sara Carbonero. Zancadillas de la vida que ha conseguido superar.
Hay que retrotraerse en el tiempo para llegar a la primera complicación en el ámbito personal del exfutbolista. Antes de enamorarse de su actual pareja, Iker Casillas estuvo saliendo con Eva González. La presentadora sevillana y el que fuera futbolista por aquel entonces mantuvieron una relación durante cuatro años. Cuatro turbulentos años, porque ya se sabe que el amor no hay nada escrito y nada es de color de rosa. La pareja se conoció en una fiesta en 2004 –un año antes, Eva había sido coronada Miss España-, una época en la que a ella se le relacionaba con el presentador Arturo Valls.
Por su parte, el madridismo llevaba en volandas al joven de 23 años que había causado furor gracias a sus paradas. Entre ellos dos surgió un flechazo que les llevó a salir juntos a partir de 2005. A partir de ese momento: viajes en pareja, discusiones acaloradas, celos, reconciliaciones, rumores de boda y muchas fotografías de los dos copando las portadas de las revistas. Hasta que la bomba de relojería explotó. Hubo dos momentos de colisión: el primero durante unas vacaciones en Tailandia y el segundo, en medio de toda la Eurocopa, en Viena, una bronca que, de haberse dado hoy, sería viral. Aunque ya por aquel entonces, durante ese campeonato de fútbol en 2008, la paciencia de ambos se había agotado.
Las discrepancias y las diferencias llevaron a la pareja a romper de forma definitiva. Fue en ese mismo año cuando el amor se acabó para ellos. Pasó el tiempo e Iker Casillas tuvo que reponerse del varapalo, porque aunque hubiese confrontaciones en aquella relación, fueron cuatro años con una persona y siempre se guarda un cariño especial. Tras Eva González llegaría el beso de película y uno de los que dio la vuelta al mundo entre el portero y la reportera Sara Carbonero durante el Mundial de 2010, cuando España se acababa de proclamar campeona del mundo. Desde entonces, el madrileño y la periodista no se han separado en ningún momento. Con dos hijos, la pareja lleva ya diez años de relación que se dice pronto.
También con alguna que otra ida y venida, pero mucho más estable que la anterior, Iker y Sara fueron padres de Martín al inicio del 2014. Dos años más tarde, el 20 de marzo de 2016, se casaron en secreto en Boadilla del Monte, según desveló la revista ‘¡Hola!’. En ese mismo año, el matrimonio ya estaba instalado en su nueva residencia, Oporto, tras la marcha de Iker del Real Madrid, y nacía el segundo bebé llamado Lucas. Ambos siempre se entregaron a su trabajo y a su familia.
Entretanto, la relación de Casillas con sus padres no era la esperada. Desde que en 2010 el portero quiso que sus progenitores no tuvieran control alguno de los negocios de este por decisión del futbolista. Con el paso del tiempo, esta fue otra barrera que tuvo que superar el ex de Eva González, y lo hizo con la ayuda y supuesta mediación de su mujer. Para más inri, las brechas con la familia de Casillas empezaron a cicatrizar sobre todo este año, cuando en el sexto cumpleaños de Martín, Iker decidió hacer una comida familiar con sus padres incluidos, según unas fotografías publicadas por la revista ‘Semana’.
Pero ante estas adversidades, Iker supo hacerles frente con el apoyo de Sara. Aunque el varapalo más fuerte que ha sufrido el matrimonio se resume en una palabra: enfermedad. Es en este sentido en el que ambos han tenido que ganar una dura batalla, cada uno en su área: el madrileño vencer un infarto y la periodista sobreponerse a un cáncer. Dos guerras de las que han salido victoriosos y a las que han sabido sacarle ‘El lado bueno de las cosas’.
2019 ha sido el año más complicado para Iker y Sara. En mayo, Casillas fue operado de urgencia por un infarto de miocardio agudo. Durante ese mismo mes, Carbonero era intervenida por un tumor maligno en uno de sus ovarios, por lo que tuvo que recibir quimioterapia hasta noviembre, como pudo revelar ‘¡Hola!’. Con todo y con esto ninguno de los dos se dio por vencido y siempre han estado muy unidos.
Para Iker y Sara, la vida está por encima de todo y seguro que ese ‘impasse’ que sufrieron les cambió el sentido por completo. Iker Casillas ha sabido salir a flote de todas las trabas e impedimentos que ha tenido que esquivar o hacer frente a lo largo de su trayectoria deportiva, pero sobre todo personal. El próximo 20 de mayo cumplirá 39 años. Un año más cargado de ilusiones y de momentos que aprovechará, siempre poniendo la vista en ‘El lado bueno de las cosas’, junto a Sara Carbonero y sus dos hijos.