El desafío de José Fernando a su familia
Todos los detalles de la boda de Michu con José Fernando
José Ortega Cano se pronuncia sobre la nueva vida de José Fernando
Así es la casa que Ortega Cano quiere comprar para Michu y José Fernando
Golpe para la familia Ortega: la justicia retrasa un año la salida de José Fernando del psiquiátrico
Nueva boda a la vista en el horizonte de la familia Ortega. José Fernando se casa con su novia Michu el próximo verano. Una cita clave y que pone en jaque el futuro de todo el clan. Será un día grande, muy esperado tras el tormento de adicciones, rehabilitación y problemas con la Justicia que ha venido arrastrando. Bien podría ser entendido como una catarsis para él y para su padre, quien ha sufrido la ausencia de su hijo durante el tiempo que ha estado ingresado. Tiempos que se prevén felices pero que podrían tener una nota discordante con nombre y apellidos: Rocío Carrasco.
Ha sido una de las protagonistas indiscutibles de la boda -Michu- quien ha introducido la variable. La novia de José Fernando concedía esta pasada semana una extensa entrevista a Diez Minutos en la que destapaba su boda y todos sus entresijos. Una de las preguntas versaba sobre los invitados que iban a acudir al enlace, más concretamente sobre la presencia de Carrasco o no en el día grande de su hermano.
Michu prendió la bomba: «Si fuese por José Fernando sí. Yo no la conozco pero a él le haría mucha ilusión que esté su hermana mayor». Jaque mate a Rocío Carrasco. La hija mayor de La más grande tendrá delante de sí una bola ardiendo. Sabe que tome la decisión que tome tendrá consecuencias para todos, aunque quizás ella ya no tenga nada que perder con los Ortega. Si decide no acudir podría fallar a José Fernando, esperanzado en disfrutar de su boda junto a su hermana y -quién sabe- si consiguiendo que su presencia tenga efectos balsámicos en la gran fractura existente entre Rocío Carrasco y el resto de la familia.
¿Y si acepta la invitación? A estas alturas parece realmente complicadas las dos cosas. Tanto que la hija de Rocío Jurado acuda como que de hacerlo se suavizase la relación. No procedería y el ambiente sería hostil. Pero si decidiera ir trasladaría la patata caliente a Ortega Cano, Gloria Camila y al resto. Es bastante posible que ninguno viera con buenos ojos que Rocío Carrasco estuviera presente y podrían cundir los nervios.
Cuesta mucho imaginarlo. Más aún tras el conflicto judicial abierto por Gloria Camila contra su hermana mayor y por la que Ortega Cano guarda silencio. La primera solicitaba en su demanda que Rocío Carrasco aportara los escritos que habría entregado a la productora La Fábrica de la Tele y a Mediaset para la grabación de la docuserie En el nombre de Rocío. La respuesta de la Justicia ha sido tajante y ha archivado las diligencias preliminares abiertas. Un tanto para la mujer de Fidel Albiac.
Habrá que esperar para ver la decisión final pero el desafío está encima de la mesa. Mientras tanto, lo que llegará antes es la salida definitiva de José Fernando Ortega del centro psiquiátrico San Juan de Dios de Ciempozuelos, donde trata de rehabilitarse de sus adicciones desde hace cuatro años. Será el inicio de una nueva vida para él. Mudanza a Madrid, boda y estar junto a su hija.
Pero también con su puesta en libertad se da voz a la parte silenciada porque el hijo de Rocío Jurado ha estado completamente aislado de la fractura familiar entre su hermana y el resto de su familia. Él nunca se ha posicionado en el bando de nada. Adora a su hermana Gloria, quien le ha tutelado mucho tiempo, pero jamás ha hablado mal ni tiene nada en contra de Rocío Carrasco. Su boda origina un doble jaque.