Jesús Calleja resuelve la duda de Risto Mejide: ¿cómo son las erecciones a mucha altura?
El Jesús Calleja más desconocido: de la emotiva ‘adopción’ de su hijo a su faceta como peluquero y vecino de Zapatero
Jesús Calleja en 10 claves: así es el hombre que se esconde detrás del aventurero
Blanca Suárez y Jesús Calleja juegan al despiste en las redes sociales
Jesús Calleja (53) no solo ha conocido los cuatro puntos cardinales del globo terráqueo, sino que se ha jugado la vida en ellos. Convertido en un auténtico profesional del riesgo, ha viajado para descubrir sus sueños, sin ni siquiera importarle la altura a los que estos estuvieran y, tanto es así, que en una ocasión llegó a creer en el no retorno. Ahí sí sintió miedo. Sin embargo, no le paralizó y supo salir adelante. Prueba de ello que este domingo el leonés se haya sentado en el ‘Chester. No Limits’ junto a Risto Mejide y se haya ‘desnudado’ hablando sorprendentemente incluso de sexo.
Sin tapujos ni cortapisas, el explorador ha resuelto la duda que Risto Mejide decía tener. «En alguna ocasión he leído que a cierta altura las erecciones son tremendas», dice el presentador. Palabras a las que Calleja ha respondido entre carcajadas: «¡Hasta competimos allí arriba! La hipoxia (deficiencia de oxígeno en la sangre) te da ‘regustín’ porque te falta aire, porque la sangre no está líquida sino como el chocolate y se te pone una instalación ahí que no puedes ver en ningún otro momento».
Y aunque el propio Calleja ha revelado que esos instantes son inolvidables, ha confesado que su vida sexual es muy satisfactoria también en el mundanal ruido. «Si tú no follas en tu vida vas a ser un amargado. Yo voy muy bien servido y lo hago todo lo que puedo y un poco más. Al final es química y chispas y si no lo resuelves tienes un problema», ha comentado Jesús con plena naturalidad. Eso sí, no ha estado enamorado, pues, según él, es complicado seguirle el ritmo a nivel profesional.
[Jesús Calleja en 10 claves: así es el hombre que se esconde detrás del aventurero]
Un plano que, por supuesto, no recordó cuando se adentró en la cueva más profunda del mundo. «Me fui sin valorar nada, solo por vanidad. Me metí en la sima más profunda del planeta y estás en la oscuridad absoluta a cero grados de temperatura durante varios días», ha dicho Calleja. «Estuvimos 12 días sin comida y 8 además sin nada de luz, totalmente atrapados. Nos comíamos los cordones de los zapatos, pero logramos salir», ha añadido.
Pese a que durante su niñez confió en que sería astronauta, acabó como un mochilero que iba cargado de recuerdos de todos los puntos del mapa que visitaba. Tanto es así que llegó a adoptar a un niño nepalí de tan solo siete años. «Cuando le vi por primera vez me pareció muy gracioso, chapurreaba tres palabras en español y dos en italiano. Se ofreció a llevarnos al sitio que nosotros le pedimos. Volví a los dos años y me llevé ropa para él y le busqué en la plaza. Le vi igual, pero tuvo una enfermedad cerebral que allí no se podía solucionar. Miramos el lugar en el que tratarle y él ya no se quería volver así que decidí hacerme cargo de él. Nos convertimos de verdad en padre e hijo», ha dicho emocionado Jesús Calleja.