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Lo que más valoran de Jesulín su apoderado Martín Morilla y su familia: "Tiene un corazón enorme"

Jesús Janeiro se estrena como gestor de la carrera de un prometedor torero de 18 años

Es el nieto de Manuel Morilla, quien a su vez fuera apoderado del propio Jesulín

Martín Morilla, ambicioso con Look: "Quiero debutar en una plaza de categoría"

Hablamos con el padre del joven matador: "Ojalá devolverle a Jesulín la confianza con talento"

  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
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No es Jesulín de Ubrique  uno de esos maestros taurinos que necesite presentación. Su trayectoria le avala. Retirado definitivamente de los grandes festejos desde septiembre de 2007, nunca ha dejado de estar vinculado a la tauromaquia. Pero ahora ha dado un paso más al convertirse en apoderado de Manuel Martín Morilla, nieto de Manuel Morilla. Esta joven promesa pronto debutará como novillero con caballo de la mano de Jesús Janeiro, quien también se estrena en una nueva faceta de su carrera.

A punto de cumplir 19 años -el próximo mes de marzo- su nombre es el último de una saga de toreros que encabezaba su abuelo. Él fue quien dio la alternativa a Jesulín en Nimes, en la feria de la Vendimia de 1990. Ahora el diestro cierra un círculo al hacerse cargo de la incipiente carrera de Martín Morilla.

El acuerdo fue alcanzado el pasado 4 de enero en Arcos de la Frontera (Cádiz), la localidad donde reside el hijo de Humberto Janeiro. Se hizo como es costumbre en el mundo del toro, con un apretón de manos. No hace falta más. Desde ese momento, el ilustre apoderado de Martín Morilla se ha puesto manos a la obra para planificar una nueva e ilusionante temporada taurina.

Jesulín de Ubrique, en Paniza / Gtres

Look ha podido hablar distendidamente tanto con el novillero como con su familia y su felicidad no tiene parangón: «Cumplo el sueño de mi vida al ser apoderado por Jesulín, una máxima figura del toreo», responde Morilla al otro lado del teléfono. Todo un paso adelante para su de momento corta trayectoria, que si nada se tuerce, empezará en poco tiempo: «La idea es debutar lo más pronto posible. Supongo que a principio de temporada, en torno al mes abril».

Pese a su corta edad, Martín Morilla siente orgullo mezclado con responsabilidad de estar a la altura. Pero tiene muy claro lo que quiere y no escatima en su primer objetivo: «Me gustaría debutar en una plaza bonita, importante y que tenga categoría». Esa ambición es precisamente uno de los dos consejos que le ha dado Jesulín a Morilla en las pocas conversaciones que han tenido hasta la fecha. El otro es «que nunca pierda las ganas de torear», tal y como él mismo nos cuenta. No parece que vaya a suceder ya que tiene muy claro «que voy a tener oportunidades muy buenas que no puedo dejar escapar». Ambición pero con los pies en el suelo.

En esta unión de talentos se da la anécdota mencionada de que Jesulín tuvo como apoderado al abuelo de Martín Morilla. Una circunstancia que el joven define como «muy bonita a nivel personal». Cuando le pedimos que nos hable de Jesús Janeiro, tan solo tiene buenas palabras: «Del maestro siempre me ha llamado la atención su carisma y la ambición por ser el mejor torero».

La familia Morilla, encantada con Jesulín

La felicidad por la buena nueva también se ha hecho extensiva a la familia. Este medio de comunicación ha hablado con Manuel Martín Nieto, padre del apoderado de Jesulín, quien se muestra exultante por esta alianza Morilla-Janeiro. Escultor de profesión, se confiesa como un amante del toreo, pero como puro espectador y, evidentemente, no se ha quedado al margen de las evoluciones de su hijo.

El padre de Morilla nos cuenta que todo surgió «hace un tiempo, hasta que nos reunimos en su casa la semana pasada y llegamos a un acuerdo apretándonos las manos, como siempre se ha hecho a la vieja usanza».  Las ganas que ha demostrado Jesulín en esta nueva etapa son motivo de agradecimiento para la familia. Manuel asegura que «lo conozco desde que yo era pequeño. No he tenido una relación muy directa con él pero ha sido parte de la familia, aunque yo no haya tenido un vínculo estrecho. Él si lo tenía con mis suegros y mi mujer Pilar. Es una persona maravillosa, con un gran corazón y eso es más importante que sus logros taurinos».

El padre de Martín Morilla se muestra pletórico, pero no oculta su preocupación: «No hubiera querido yo que mi hijo fuera torero porque se sufre mucho. Es una profesión dura, arriesgada, de muchos viajes y con dificultades». Sin embargo, eso no es nada si se compara con el profundo orgullo que sienten y la esperanza de que esta oportunidad se le devuelva a Jesulín con talento y que su apoderamiento dure toda la vida.

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