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La familia antes que todo

Los grandes dramas en la vida de Isabel Preysler

  • Alberto Ardila
  • Periodista especializado en crónica social, exclusivas y televisión.
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Hablar de Isabel Preysler es hacerlo de uno de los personajes más potentes de las últimas décadas en la prensa rosa. Un honor que se ha ido construyendo ella sola durante los años. Desde sus sonados amores de juventud hasta ser la matriarca de unas de las familias más poderosas y conocidas tanto en España como en Filipinas. Pese a eso, la socialité siempre ha tratado de mantener su vida privada a raya, no siempre con éxito.

Siempre que se piensa en ella viene a la mente la imagen de una fiel representante de la jet set, una mujer aspiracional y de alto standing. Pero como todo a humano que se preste, la moneda no siempre le ha salido cara y la vida le ha dado la espaldas en varias ocasiones. La última, con el fallecimiento de su madre, Beatriz Arrastia, a los 98 años de edad. Tristemente, no ha sido el único mazazo.

Isabel Preysler sabe lo que es pertenecer a la alta sociedad desde la cuna. Sus padres, Carlos Preysler y la mencionada Beatriz Arrastia, eran dos de las personas más importantes de Filipinas. Él realizaba las labores de gerencia en Líneas Aéreas Filipinas y actuaba como delegado del Banco Español de Crédito en Manila; ella centró su carrera en el negocio inmobiliario y en cuidar de sus hijos.

ISABEL PREYSLER CON SU MADRE BEATRIZ ARRASTIA / Gtres

Pero las desgracias no entienden de linajes y la familia tuvo que asistir insólita a una de tamaña contundencia. Enrique, conocido entre los suyos como Ricky’, fallecía con tan solo 25 años de edad. Fue encontrado sin vida en un hotel de Hong Kong. En un primer momento se especuló con que podría haber muerto por el efecto de las drogas pero después se demostró que la culpa fue del monóxido de carbono que inhaló procedente de una estufa por un fallo técnico.

Aquel suceso tiñó de negro la realidad de la familia, que aún debería lamentar otro suceso igual. Isabel Preysler perdía a su hermano Carlos, esta vez sí, víctima de las sustancias tóxicas: «Mi hermano estaba enganchado a las drogas. Algunos desalmados vendían drogas a las puertas de los colegios», decía la propia Preysler a ‘Vanitatis’. Con tan solo 16 años vieron que estaba enganchado pero ya su adicción era imparable.

Lejos de la pulcritud y perfección que ha rodeado a su hermana, Carlos fue mucho más díscolo que Isabel y estuvo en la cárcel de Manila cumpliendo una condena de cinco años por delito de estafa. No obstante, la causa principal de la muerte fue un tumor en el hígado para el que le dieron tres meses de vida. A Isabel Preysler aún le quedaba otra hermana que perder: Beatriz, a quien le diagnosticaron un cáncer de pulmón que no pudo superar con tan solo 53 años.

Isabel Preysler y Miguel Boyer / Gtres

La sombra de la muerte volvió a tocar la puerta de la familia, esta vez para arrebatarle a Isabel Preysler a su marido. Miguel Boyer murió el 29 de septiembre de 2014 a los 75 años de edad, tras sufrir una embolia pulmonar. En 2012 había tenido una hemorragia cerebral de la que se recupera no sin dificultades. Fue todo un jarro de agua fría para la filipina, que ahora ha tenido que enterrar a su madre.

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