La estrategia de Isabel Pantoja para defender a su hermano Agustín
La tonadillera reapareció hace unas horas para acudir al juicio al que estaba citada como testigo contra su hermano, pero llevaba una idea muy clara de cómo proteger a Agustín Pantoja. Fue a Chiclana con los deberes hechos.
Isabel Pantoja entró a los juzgados de Chiclana de la Frontera agarrada del brazo izquierdo de Agustín Pantoja. No había mejor manera de demostrar la fuerte unión que ambos tienen desde hace años. Confianza ciega el uno en el otro. Por delante tenía un día difícil al tener que elegir entre su hijo y su hermano pero ella lo tenía más que claro. Estaba citada como testigo en la demanda que Kiko Rivera interpuso contra tío por supuestos delitos de estafa y apropiación indebida. ¿Qué pasó ante el juez?
La tonadillera iba con una estrategia clara que ejecutó a la perfección. Se acogió a su derecho a no declarar, mientras que Agustín no contestó a ninguna de las preguntas de la acusación. Esa fue la manera elegida por Isabel Pantoja para defender a su hermano, tal y como ha contado la periodista Paloma García-Pelayo en ‘El Programa del Verano’ de Telecinco.
Esto fue posible gracias al Acuerdo de Pleno No Jurisdiccional del Tribunal Supremo sobre el art. 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) y la dispensa de declarar contra los familiares. El acogimiento a la dispensa del deber de declarar de dicho artículo impide rescatar o valorar anteriores declaraciones del familiar-testigo aunque se hubieran efectuado con contradicción o se hubiesen efectuado con el carácter de prueba preconstituida.
La expectación generada era máxima y a su llegada a los juzgados de la localidad gaditana había una nube de reporteros dispuestos a escuchar a Isabel y a su hermano. La respuesta fue la de casi siempre: silencio. Vestida de negro, con gafas y mascarilla tapándola casi la totalidad del rostro, Isabel Pantoja no quiso hacer ningún tipo de declaración a su entrada a la sala. Solo varío su paso cuando un periodista le hizo una pregunta que la removió por dentro. Volvió a escuchar la palabra a la que más teme: cárcel. En ese momento frenó en seco, giró su cabeza y le aguantó la mirada durante unos segundos.
La polémica también estuvo presente durante su reaparición ya que se ha hablado de un supuesto trato de favor hacia ellos en su declaración. Se esgrime que la cantante no pasó su bolso por el detector de metales de la entrada, custodiada por la Guardia Civil, algo obligatorio para todo el mundo con el fin de evitar que se introduzcan armas u objetos afilados. Pero hubo más. ‘El Programa del Verano’ contó que Isabel había pedido salir por la puerta de atrás para evitar encontrarse de nuevo con la prensa. La misma fuente asegura que este cambio se produjo porque estuvo a punto de sufrir un ataque de ansiedad ante la presencia de tanta prensa a su entrada al edificio.
A partir de ahora está por ver qué cauce sigue la demanda interpuesta por Kiko Rivera. Las penas de cárcel que se suelen imponer por delitos como los que se le imputan a Agustín Pantoja oscilan entre 1 y 4 años (el de estafa) y entre 6 meses y 3 años el de apropiación indebida. La respuesta del dj el mismo día que su madre le dio la espalda fue contundente: «La familia no siempre es de sangre. La familia son las personas en tu vida que te quieren en la suya. Son aquellos que te aceptan por quién eres. Aquellos que harían cualquier cosa por verte sonreír y aquellos que te aman sin importar nada», escribió en Instagram.