Irene Rosales, dos años contra viento y marea
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Irene Rosales, el ángel de la guarda incansable de Kiko Rivera
Muere el padre de Irene Rosales
El 26 de noviembre de 2020 algo se apagó en la vida de Irene Rosales. Ese día perdió a uno de los referentes de su vida. Su padre dio su último suspiro tras ver cómo su salud se debilitaba poco a poco. En ese momento, ella no lo sabía, pero estaba viviendo una serie de circunstancias adversas que le obligaron a configurar un carácter fuerte y a ponerse una coraza a prueba de bombas. Se da la casualidad de que encima todas las desgracias han sido ajenas a ella. Sin embargo, con mucho tesón, arrojo, amor y paciencia ha logrado salir adelante.
La sevillana estaba muy unida a la figura de su padre. Manuel Rosales, pero lo cierto es que su estado era crítico desde que sufriera un accidente laboral: «Mi padre se cayó trabajando y lo que tiene es un tumor cerebral. Lleva con él 16 años. A día de hoy es un campeón, un luchador. No es consciente al cien por cien de lo que pasa, por así decirlo, no es feliz. No es una persona que se pueda valer al por cien por cien por sí misma, pero está con nosotros, contó en la curva de la vida de GH VIP». Así hablaba de él antes del triste desenlace que tuvo.
El estado de ánimo de Irene estaba ya tocado porque tan solo tres meses antes había visto morir a su madre. Un mazazo del que le costó reponerse y es que por entonces se encontraba en un momento muy delicado con Kiko Rivera, con la sombra de las deslealtades planeando por el matrimonio. Posteriormente, confesó que «no volvería a perdonarle en caso de otra infidelidad. Cien por cien no. Esta última lo perdoné porque estaba en un momento débil por el fallecimiento de mi madre y porque vi mucho en él, pero yo ahora estoy muy fuerte».
Precisamente, esa fortaleza es la que ha encontrado -tampoco ha tenido más remedio- para estar cuál ángel de la guarda al lado de su marido y padre de sus dos hijas. Irene Rosales ha sido el mejor apoyo de Kiko Rivera durante toda la guerra fría que ha mantenido (y mantiene) con su madre, Isabel Pantoja. También con los conflictos que le ha enfrentado a su prima, Anabel Pantoja y a su hermana, Isa Pi.
Demasiado drama en muy poco tiempo. Pero la vida le tenía otra preparada otra prueba a su resiliencia y en este caso iba a ser un aviso de lo más serio. El pasado mes de octubre, Kiko Rivera sufría un infarto cerebral que lo mandaba directo a urgencias. Por instantes se temió lo peor pero finalmente el andaluz salió ileso y con un propósito de enmienda vital bien calado. Una vez más, quien estuvo ahí sosteniéndole fue Irene Rosales, toda una guerrera de mil y una batallas.