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Íñigo Onieva elige la neutralidad y se desmarca del nuevo proyecto de Espinosa de los Monteros

Iván Espinosa de los Monteros presentó en Madrid 'Atenea', su nuevo think tank liberal-conservador

El acto reunió a casi 500 asistentes y buscó proyectar unidad entre las derechas

Llamó la atención la ausencia de Íñigo Onieva, socio de Espinosa en el restaurante Casa Salesas

  • Marta Menéndez
  • Televisión, moda y corazón. Periodista de vocación y comunicadora de formación, me he movido entre estudios de radio, redacciones digitales y bastidores de redes sociales. He narrado la actualidad en la 'Cadena SER', seguido la pista a las nuevas tendencias en 'El Independiente' y escrito sobre lifestyle y empresas en la 'Revista Capital'. En 'Diez Minutos', combiné redacción y estrategia digital como Community Manager. Ahora escribo en LOOK, donde cubro actualidad televisiva, moda, celebrities y realeza.
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La presentación de la plataforma Atenea, el nuevo think tank de Iván Espinosa de los Monteros, reunió en Madrid a un nutrido grupo de personalidades del ámbito político y social. El acto, celebrado en el Colegio de Arquitectos, congregó a casi 500 asistentes y se convirtió en el regreso de Espinosa a la primera línea del debate público, aunque desde una posición distinta a la estrictamente partidista. Entre los invitados estuvieron representantes del Partido Popular, como Cayetana Álvarez de Toledo y Juan Bravo, además de figuras cercanas a Vox como Javier Ortega Smith y Rocío Monasterio. También se dejó ver Cayetano Rivera, cuyo apoyo fue especialmente comentado. Sin embargo, hubo una ausencia que no pasó desapercibida: la de Íñigo Onieva, empresario y socio de Espinosa en el restaurante Casa Salesas.

La falta de Onieva en el acto resulta llamativa porque, más allá de la relación empresarial con el ex diputado de Vox, su presencia podría haber reforzado la vertiente social y mediática de Atenea, aportando un perfil distinto, vinculado al mundo de la hostelería y la vida cultural madrileña. No obstante, su decisión de no acudir parece responder a una línea clara: mantenerse alejado de cualquier asociación pública con la política.

Iván Espinosa de los Monteros en la presentación de ‘Atenea’. (Foto: Gtres)

Onieva lleva meses consolidando su imagen en un terreno muy distinto al de los debates ideológicos. Tras el éxito del Lula Club, que revitalizó la noche madrileña en tiempo récord, se volcó en Casa Salesas, un espacio gastronómico que rápidamente se convirtió en punto de encuentro de celebridades, diseñadores, aristócratas y empresarios. Desde su inauguración, el restaurante se presentó como un lugar para «ver y ser visto», con una propuesta cuidada en cada detalle: desde la cocina contemporánea del chef Juan Antonio Medina hasta el diseño del interiorista Lázaro Rosa-Violán. La estrategia de Onieva ha sido clara: situarse en la vanguardia del ocio madrileño y consolidar su nombre como empresario cosmopolita.

Por eso, su ausencia en un acto con tanta carga política se interpreta como una muestra de prudencia. Onieva sabe que su marca personal depende en buena medida de la neutralidad y de mantener las puertas abiertas a un público diverso. El restaurante, como cualquier negocio de éxito en Madrid, acoge a clientes de todos los ámbitos: desde figuras cercanas al PP y Vox, hasta miembros de la alta sociedad sin filiaciones políticas visibles, artistas, influencers y personalidades internacionales. Asociarse públicamente con un think tank de corte liberal-conservador podría comprometer esa amplitud de públicos que, en el fondo, es la base del atractivo de Casa Salesas.

Íñigo Onieva por las calles de Madrid. (Foto: Gtres)

El contraste con otros invitados resulta aún más significativo. Mientras Cayetano Rivera eligió la presentación de Atenea para reaparecer públicamente tras su retirada de los ruedos, convirtiéndose en uno de los protagonistas del acto y acaparando la atención mediática en un momento delicado de su vida personal y profesional, Íñigo Onieva optó por no estar, una ausencia que se interpreta como una decisión consciente para mantener su imagen empresarial al margen de la política; y es que, a diferencia del torero, que ya no depende de un proyecto abierto al público, el marido de Tamara Falcó está consolidando un emporio gastronómico en Madrid donde la clave del éxito es atraer a una clientela variada y cosmopolita, algo que solo puede lograrse preservando la neutralidad de su marca y evitando cualquier identificación con un foro ideológico tan marcado como el impulsado por su socio Iván Espinosa de los Monteros.

Cabe recordar que en los últimos meses se produjeron cambios internos en la estructura societaria de Casa Salesas. Manuel Campos Guallar, uno de los socios fundadores, asumió un rol más destacado y reforzó el capital del negocio, lo que demuestra que el restaurante ha entrado en una segunda fase de consolidación. Onieva, mientras tanto, continúa como director y cara visible del proyecto, reforzando su perfil empresarial frente al mediático que ya ocupa su esposa, Tamara Falcó. En este contexto, aparecer en la presentación de Atenea habría supuesto arriesgarse a diluir esa imagen de gestor centrado en la gastronomía y el ocio.

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