Un imprevisto hace llegar muy nervioso a Urdangarin a su cuarto día de voluntariado
09:50 de la mañana de hoy. Diez minutos antes de la hora prevista, hacía su llegada Iñaki Urdangarin al Hogar Don Orione en el que, desde hace diez días, colabora como voluntario los martes y los jueves después de que el juez de prisiones así lo considerase para su integración durante su condena por el caso Noos. Dos escoltas de la Casa Real le trasladaban desde la prisión de Brieva, en Ávila, a primera hora de la mañana. Hasta ahí, todo parecía transcurrir con la normalidad de días anteriores.
La sonrisa del propio Iñaki al saludar amable a su llegada era un síntoma más de una situación que por ahora no tiene fecha de caducidad pese a que la Fiscalía ha recurrido esta concesión al preso Urdangarin. Pero, acostumbrado a contener sus sentimientos en los últimos años, el marido de la infanta Cristina llegaba en un estado de nervios que no ha pasado desapercibido a los trabajadores del centro una vez que ha accedido al interior.
Durante el trayecto de carretera que une la Comunidad de Madrid con la provincia de Ávila, el coche en el que viajaba Urdangarin se ha visto en vuelto en un gran atasco con motivo de un accidente en la Nacional 6 que, durante un largo espacio de tiempo, ha hecho dudar al reo de poder llegar a su cita a las diez de la mañana, horario que acordó con el director del centro en su entrevista inicial. Finalmente, y dado que había salido de Brieva con más antelación de la necesaria, le han sobrado incluso diez minutos. Aun así, según testigos del centro, ha llegado muy nervioso por la incertidumbre del camino.
Iñaki se juega mucho en esta nueva etapa de su condena en la que se le ha concedido la opción del voluntariado fuera de prisión como medida para avanzar en su reinserción y no quiere cometer ningún error. Se esfuerza por que su comportamiento y su aportación al centro sean impecables, tal y como ha confirmado en varias ocasiones el propio director del hogar religioso, Francisco Sánchez.