Los hijos de Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez se posicionan tras la ruptura
Primeras palabras del hijo de Ágatha Ruiz de la Prada tras su entrevista más polémica
Ágatha Ruiz de la Prada: “Soy una mujer nueva, no quiero volver a ver a Pedro J.”
Ágatha Ruiz de la Prada saca de su vida a Pedro J. Ramírez
«Mi madre se desahogó durante su entrevista, literalmente. Es una mujer muy emotiva y sincera a la que hay que proteger», ha asegurado Cósima, hija de Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez, durante su estancia en Ibiza, donde ha amadrinado el Citroën E-Mehari junto a su hermano Tristán. Se refiere a la reveladora entrevista que concedió la diseñadora hace unas semanas en la revista HOLA tras obtener el divorcio. En dicha publicación se proclamaba una mujer renovada, pero sobre todo alguien que no quería saber nada, bajo ningún concepto, de su ya exmarido.
«Ahora está extremadamente enfadada, pero ya se le pasará. Con la separación tuvo una reacción muy de mujer y emocional», trata de justificar la joven. Para ellos, que el amor de sus padres saltase por los aires fue una auténtica sorpresa: «Lo fue, pero también les está pasando a muchos amigos míos. Un amor eterno es bastante complicado».
¿Cómo ve Cósima a su padre? ¿Con quién se posicionan ellos? «Soy superniñita de mi padre y toda la vida lo he sido, pero voy a estar totalmente con los dos. Pobrecillo, sigue estando muy unido a mí, me echa de menos. Obviamente, alguna consecuencia de apartarse tendrá que sufrir», ha apuntado la joven promesa de la moda en la revista HOLA.
¿De qué les ha servido a los hijos esta desventura matrimonial? «Para darnos cuenta de que los padres son humanos, con sus falacias humanas, con todo tipo de debilidades. Es propio del crecer. Te fastidia que tus padres no sean perfectos, pasas ya de verlos como dioses», ha asegurado Cómida en ‘Lecturas’.
¿Qué piensa Tristán de todo esto? «Te das cuenta de que el mundo de tus padres ya no da círculos a tu alrededor. Eso es muy ‘heavy’. Y además que tienes que ser tú quien los lleve hacia una dirección». Eso sí, al igual que Cósima, apostilla que su relación «es muy buena con los dos». ¡Qué civilizados!