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Desde que tuvo lugar su última gira por Estados Unidos, poco o nada ha vuelto a saberse sobre Isabel Pantoja. La tonadillera permanece en un discreto segundo plano para no desvelar detalles sobre su vida privada, haciendo apariciones públicas esporádicas en eventos relevantes como, por ejemplo, el Baile de la Rosa de Mónaco, en el que pudo coincidir con los miembros de la Familia Real. Sin embargo, su nombre ha vuelto a sonar con fuerza a consecuencia de un movimiento llevado a cabo por el que fuera uno de los pilares fundamentales de su defensa en distintos asuntos.
Este no es otro que Juan Fernández. Ha podido saberse que el que fuera abogado de la madre de Kiko Rivera ha sido detenido al ser acusado de ser el jefe logístico y de pertenecer a una organización criminal centrada en introducir grandes cantidades de drogas como la cocaína dentro de nuestras fronteras para posteriormente distribuirlas por toda Europa. Una información que probablemente haya caído como un jarro de agua fría en la vida de la intérprete de Marinero de luces, sobre todo teniendo en cuenta que Juan ha sido su letrado hasta noviembre del pasado 2021, cuando ambos optaron por tomar caminos separados a nivel profesional al no llegar a un acuerdo legal por diversos motivos.
Cabe destacar que Fernández no solo ha sido conocido por ser el abogado de Isabel Pantoja, sino que se trata de uno de los profesionales, dentro del ámbito de la Justicia, más destacados de Málaga. Tanto es así, que según se ha revelado en el espacio Código 10, su despacho se encuentra ubicado en pleno corazón de la ciudad andaluza, concretamente en la calle Larios. Pero lo cierto es que ya se habían iniciado muchas investigaciones en contra de él, razón por la que había acumulado indicios y sospechas que señalaban que contaba con un papel activo en la red de narcotráfico desmantelada recientemente cuando aún trabajaba para la madre de Isa Pantoja.
Sea como fuere, aún la artista no se ha pronunciado sobre este tema, estando ya inmersa en sus próximos conciertos en España, los cuales serán los primeros después de muchos años en la sombra a consecuencia de la emisión de Cantora, la herencia envenenada, programa que marcó un antes y un después en su vida al hacerse pública su enemistad con su hijo. Y es que, aunque la relación maternofilial entre ellos había sido muy cercana a lo largo de sus respectivas vidas, varias actitudes de Isabel hicieron que el marido de Irene Rosales poco a poco fuera separándose de ella hasta el punto de hablar en televisión sobre asuntos que hasta ese momento habían permanecido en la más absoluta hermeticidad para ambos. No obstante, la que fuera viuda de Paquirri cuenta con el apoyo de su hija y de su sobrina, Anabel Pantoja, quien la ha acompañado durante sus conciertos al otro lado del charco.