Enrique Ponce: El torero sufre una cogida en la corrida de toros en el Puerto de Santa María
Enrique Ponce ha dado un gran susto a todos los espectadores de la plaza de toros de El Puerto de Santa María, incluida a su novia, Ana Soria, que se encontraba entre el público
No hay nada que un amante de los toros tema más que ver a la estrella del día cogida por el toro. Este jueves le ha tocado el turno a Enrique Ponce, que ha puesto a toda la plaza de toros de El Puerto de Santa María en pie poco después de entrar a matar. Cuando iba a clavarle la espada al astado, este se ha movido y ha embestido al valenciano, que no ha podido evitar ni el golpe ni la cornada.
Entre los 5.000 espectadores que llenaban el tendido y que consiguieron colgar el cartel de «no hay localidades» había una muy especial, Ana Soria, la jovencísima novia del diestro que, como todo el mundo, miraba incrédula la terrible cogida. Según ‘ABC’, no ha habido cornada, pero sí una cogida fuerte que ha provocado que Enrique Ponce tenga fuertes molestias en estos momentos.
Esta fuel la cogida de Enrique ponce hoy pic.twitter.com/m53TSAPoPx
— frank (@Francis36101458) August 6, 2020
Por su parte, COPE afirma en su página web que el torero no ha tenido ni que ir al hospital, ha sido tratado en la plaza de toros y por suerte solamente le han tendido que vendar el brazo. Al parecer, la reacción de la estudiante de derecho ha sido acongojarse a su sitio, muy preocupada por lo que le podría haber pasado a su novio.
Todo el mundo respiraba cuando, poco después del revolcón, Enrique se levantaba para saludar al público que se acercó a verle torear tras el confinamiento. La respuesta fue un sonoro aplauso que dejaba atrás el susto que tenía en el cuerpo tras el acercamiento entre torero y toro. Sin duda, era el mejor resultado que podía pasar y seguro que Ana, aunque es consciente del riesgo que tiene la profesión de su pareja, no puede estar más feliz.
Fue el pasado lunes cuando Ana Soria acudía a los ruedos para ver torear a su chico, en Huelva. Una tarde que acabó bastante bien pues, tras la faena se fue a cenar con su novia y los amigos de esta para terminar en la habitación de su hotel haciendo una pequeña e íntima fiesta en la que la pareja se dejó llevar por la pasión.