Los dos regalos póstumos que María Jiménez habría recibido el día de su cumpleaños
'Se acabó' ha sido tan solo uno de sus grandes temas que aún resuenan en las casas de medio mundo y que continuará haciéndolo de generación en generación
Su vivienda de Triana fue testigo de sus últimos días
El 7 de septiembre de 2023, el mundo del arte se tiñó de luto tras recibir la noticia del fallecimiento de la gran María Jiménez, una de las voces más dotadas y apreciadas de la industria musical española. Se acabó ha sido tan solo uno de sus grandes temas que aún resuenan en las casas de medio mundo y que continuará haciéndolo de generación en generación, a pesar de los años. Tras casi medio año sin ella, hoy, 3 de febrero, habría cumplido 74 años. A pesar de que no pueda estar presente en este día tan especial, recordamos los dos regalos que habría recibido con mucho amor en sus rincones favoritos.
Una calle en Triana, su ciudad natal
María Jiménez nació en una familia con escasos recursos económicos. Residía junto a sus padres y sus dos hermanos en una habitación sin baño en el barrio de Triana. Para satisfacer sus necesidades básicas, acudían a unos aseos comunitarios. A los 11 años, comenzó a trabajar como «sirvienta», término utilizado en los años sesenta, desempeñando labores de limpieza en hogares de familias de clase media en Sevilla. Ninguno de sus allegados tenía habilidades musicales, y la radio se convirtió en su principal fuente de conocimiento musical. A pesar de que se tuvo que trasladar en su adolescencia hasta Barcelona para crecer profesionalmente, María siempre volvía a su ciudad natal. Es por ello que el día de su fallecimiento se cumplió uno de sus grandes deseos: que su cuerpo recorriese las calles de Sevilla antes de ser enterrada.
Es por ello que uno de los grandes regalos que le hicieron tras su fallecimiento fue que una de las calles del barrio de Sevilla lleve su nombre. «Ya he anunciado esta mañana que llevaremos una propuesta, que debatiremos en el pleno municipal, para que María Jiménez tenga su espacio en la ciudad de Sevilla. Igual que merece que hoy esté en la casa de todos los sevillanos para que la ciudadanía pueda despedirse, también merece tener una calle en esta gran ciudad que tanto quería», apuntaba el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.
Una calle en Chiclana de la Frontera, su lugar de desconexión
Otro de los regalos que la artista ha recibido tras su muerte ha sido una calle en Chiclana de la Frontera. La ciudad gaditana se convirtió en el lugar al que María Jiménez acudía cuando quería desconectar de todo. Es importante destacar que María Jiménez residía en Chiclana en una casa desde hacía dos décadas. Su fuerte vínculo con el municipio, mencionado incluso en una de sus letras, llevó al alcalde, José María Román, a otorgarle la Insignia de Oro de la ciudad en diciembre de 2020.
Recientemente, el Ayuntamiento ha decidido homenajear a la artista trianera rotulando un rincón del municipio con su nombre, eligiendo el 8 de marzo, Día de la Mujer, para este reconocimiento, ya que, según la descripción de su hijo tras el fallecimiento de María Jiménez, esta fecha tiene un significado especial.