Jelena y Srdjan, los dos grandes apoyos de Novak Djokovic en su momento más duro
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El de Novak Djokovic es uno de los nombres más buscados en Internet en los últimos días. El motivo no es otro que la agria polémica por negarse a recibir la vacuna contra la Covid para poder jugar el Open de Australia. Algo que se ha convertido en una cuestión de estado y que se ha resuelto con su deportación definitiva del país oceánico. Una decisión que pone en una difícil tesitura al serbio, que cuenta con dos grandes pilares que le aconsejan y en los que no duda en apoyarse: su padre y su mujer. Ambos han defendido la inocencia de Novak y piden que se le deje competir.
Srdjan Djokovic está siendo el escudo de su hijo en esta batalla contra las autoridades australianas. En los últimos días lo ha defendido a capa y espada hasta el punto de declarar en medios que «está detenido pero nunca ha estado más libre. Desde este momento, Novak se ha convertido en símbolo y Espartaco del mundo libre, del mundo de los países y pueblos pobres y oprimidos».
Jelena Ristic es la esposa del balcánico. Llevan juntos media vida. Se conocieron cuando ambos iban al instituto. Empezaron a salir en 2005. Ella fue una alumna brillante que llegó a convertirse en la mejor de su promoción, algo que tuvo como premio cursar sus estudios en la prestigiosa universidad Bocconi de Milán. Por entonces, solo se veían tres o cuatro veces al año.
Sus inicios como pareja no fueron ni mucho menos fáciles ya que ninguno de los dos tenía dinero suficiente para asumir los caros viajes que el deportista tenía que hacer por medio mundo. Por entonces, ya empezaba a ser un tenista de prestigio. Fue entonces cuando ella consiguió trabajo en una petrolera, pero a un precio demasiado alto. Ella misma lo contaba en una entrevista con el magacín Hello: «En un momento dado, Novak me dijo: ‘Cariño, no podemos seguir así’. Estaba metida en la oficina casi todo el tiempo y no habría sido posible que nuestra relación funcionara si me hubiera quedado allí».
Unos años después, los dos tenían claro que querían pasar toda la vida juntos. Djokovic ya ingresaba una buena cantidad de dinero y decidió no escatimar en la pedida de mano, llevando a su chica en helicóptero hasta la Provenza. Ella dijo sí y juntos protagonizaron una de las bodas más importantes de su Serbia natal de los últimos tiempos. En 2014, sellaban su amor en la Playa de la reina, dentro de la ciudad-hotel Sveti Stefan, una pequeña península muy exclusiva de Montenegro. Como curiosidad, ella se casó embarazada de su primer hijo en común. Tres años más tarde nacería el segundo, una preciosa niña.
Pero su historia de amor no ha sido un camino de vino y rosas. El matrimonio ha tenido que hacer frente a numerosos rumores de crisis y posible ruptura. En 2017, Jelena Ristic no estuvo en las gradas de Wimbledon, algo que llamó poderosamente la atención ya que siempre suele ser el talismán en las gradas de su marido. Desde la prensa local se apuntó a una posible infidelidad por parte del tenista, algo que nunca se probó y que finalmente no hizo mella en ellos, ya que siguieron muy unidos.
Durante su exitosa carrera, Novak Djokovic ha tenido que lidiar con varios escándalos deportivos y extradeportivos. Imitaciones burlonas, pelotazo a una jueza de silla, un carácter volcánico… su mujer siempre ha sacado la cara por él. A nivel humano, la mujer de Nole está muy implicada en labores solidarias de los niños serbios, así como por el naturismo y la medicina no convencional. Sin embargo, más controvertida es la opinión del matrimonio sobre las vacunas contra la Covid. Jelena no se escondió en Facebook al asegurar que «personalmente me opongo a la vacunación y no me gustaría que alguien me obligara a vacunarme para poder viajar». Un pensamiento que les ha servido estar en medio de un escrutinio público.