Los del Río, de Paloma G. Borrero: "Gracias a ella le cantamos ‘La Macarena’ al Papa"
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Bertín Osborne se ha dejado sucumbir en una nueva entrega de ‘Mi casa es la tuya’ con el arte de uno de los dúos musicales por antonomasia, Los del Río. Tan especial ha sido la visita del presentador a Dos Hermanas (Sevilla) que Antonio y Rafael- los nombres que se esconden tras un apodo que terminó por eclipsarlos- han hecho un regalo a Bertín: una nueva versión de su gran éxito mundial, ‘La macarena’. 4.700 versiones de este ‘hit’, 110 millones de copias vendidas y dos medallas de oro de Andalucía son algunas de las heroicas proezas que abandera este dúo de vocación y casualidad que un día el devenir juntó.
Ha sobrevolado sobre Los del Río una leyenda urbana que cada día ellos desmienten con menos ahínco. «Muchas personas se piensan que somos hermanos y llega un momento en que no lo desmentimos ya. De hecho, lo somos, llevamos 55 años juntos, no nos hemos separado nunca. El otro día fui solo por primera vez a Madrid y me sentía vacío», ha asegurado Antonio.
Los comienzos del dúo no fueron precisamente brillantes y pasaron años de zozobra: «Al principio, cuando nos casamos, nos dimos cuenta de que no ganábamos dinero para mantener el ritmo de vida y estuvimos a punto de tirar la toalla varias veces». Por entonces ellos sabían cantar y contar chistes, cimbrear las caderas como nadie y sacar sonrisas por doquier. No comprendían el alcance e importancia de la televisión y los discos: «Nos decía siempre nuestro representante que no había nada, que teníamos que sacar un disco, con una sola canción no te llevaban a la televisión».
Su despunte vendría con el traslado a Madrid. El representante de artistas de flamenco, Jesús Antonio Pulpón, confío en ellos y se los llevó a El Corral de la Morería. Esa sería, sin duda, su plataforma hacia el estrellato. Codeados con Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Rocío Jurado, Lola Flores y otros grandes, Los del Río demostraron su tronío. Guardan de aquellos años una anécdota divertida con José Ortega Cano: «Rocío nos adoraba y siempre que nos veía nos besaba y toqueteaba y nosotros nos dejábamos hacer. Un día, enfadado y celoso, Ortega nos dijo: ‘Oye, no toquéis tanto a Rocío, ¿eh? Ya está bien’».
Época de vinos y rosas, de promesas y de ‘sudar sangre’ que los llevó a la Zarzuela. El rey emérito, Don Juan Carlos I, fan confeso de este dúo, se rindió por entonces a sus pies. «Es un hombre que siempre nos ha querido y apoyado mucho, y como nosotros seguíamos queriendo televisión, aprovechamos la recepción y le pedimos abiertamente a Adolfo Suárez que nos ayudara», ha desvelado Rafael. Dicho y hecho, al día siguiente tenían una llamada de José Luis Uribarri para contar con ellos en TVE.
Nunca pudieron llegar a pensar que le cantarían al Papa Juan Pablo II y a Teresa de Calcuta una misa rociera y su éxito ‘La macarena’. «Gracias a Paloma Gómez Borrero, que nos llevó al vaticano y consiguió que llegásemos hasta tan lejos. La cara del Papa era un poema. Siempre le hemos estado muy agradecidos a Paloma y su muerte nos dolió mucho», ha recordado con añoranza Antonio.
Una vida de éxito arrollador la que han protagonizado Los del Río, que recientemente han compartido videoclip con el grupo cubano ‘Gente de zona’, haciendo un ‘remake’ de ‘La macarena’. Sin embargo, tras la cortina del aplauso, el reconocimiento y los millones de discos hay una infancia que merece ser contada.
La vida de Antonio
Nació en Alcalá de Guadaira y a los pocos años se trasladó a vivir a Dos Hermanas, Sevilla. De una familia humilde, pobre pero feliz, Antonio recuerda cuando su padre los dejó: «Yo tenía 17 años, él era un hombre muy trabajador, fue camionero y luego taxista. De su esfuerzo nació el mío. Siempre creyó en mí». Se reconoce como un niño travieso que se colaba en el cine sin pagar. En su casa reinaba la canción y le dio mucha pena que su madre se fuera sin desquitarse en público: «Siempre le dio vergüenza cantar delante de los demás». Nunca le gustó estudiar y a los 14 años salió del colegio: «Siempre he pensado que si me hubieran explicado la historia cantando lo hubiera sacado». Trabajó en una tienda de calzados, ‘La favorita’, y conoció a su mujer bailando: «Remedios fue mi primera novia oficial. Llevamos 44 años casados y mi mayor riqueza no es ‘La macarena’, sino mi familia».
La vida de Rafael
Natural de Dos Hermanas, la música también protagonizó su infancia. Su padre cantaba siempre en casa aunque era albañil. A su madre la recuerda siempre trabajando en las tareas del hogar y su mayor pundonor fue ganar el suficiente dinero para que viviera como una reina: «Me alegro de que con 90 años presenciara el título de ‘hijo predilecto’ de Dos Hermanas que me concedieron». Era un chaval muy estudioso: «Me pasaban de curso de lo listo que era». Un momento emotivo de la entrevista con Bertín vino cuando narró la pronta muerte de sus dos hermanos. «Tenían 33 y 47 años respectivamente, no era justo que murieran», ha asegurado entre lágrimas.
Se tuvo que ganar el dinero cogiendo algodón, trabajando con el yeso y repartiendo helados. Hasta que un día la fortuna tocó a la puerta de Los del Río en forma de canción y estribillo pegadizo.