Balmoral cubierto de nieve: la idílica imagen de la residencia predilecta de la Reina Isabel
El Castillo de Balmoral es la residencia privada de los Windsor en las Tierras Altas
Era uno de los lugares preferidos de la Reina Isabel II, quien eligió pasar allí sus últimos días
Aunque el mes de diciembre aún no ha empezado, la Navidad ya ha llegado a algunos de los rincones favoritos de la familia real británica. Entre ellos, el Castillo de Balmoral. Esta propiedad, ubicada en las Tierras Altas escocesas, es una de las residencias más importantes para los Windsor. De hecho, forma parte de su patrimonio privado, al igual que ocurre en el caso de la finca de Sandringham.
Balmoral era el lugar en el que la Reina Isabel II pasaba el verano y fue allí donde transcurrieron sus últimos días. Antes de ella, las generaciones previas, desde que la reina Victoria lo incorporara al patrimonio de la familia real, también disfrutaban de los encantos de la zona. El rey Carlos III ha seguido con esta tradición y ha encontrado en Escocia el refugio ideal para la temporada estival.
Sin embargo, mientras que Balmoral es un refugio perfecto para huir del calor del verano, no lo es tanto en invierno. Las gélidas temperaturas del norte de Escocia hacen que la estancia allí en esta época no sea tan agradable. Quizás por eso es Sandringham el lugar en el que los Windsor pasan año tras año las fechas navideñas.
A pesar de esto, Balmoral está muy presente en sus corazones y aunque la familia real no visite el castillo en esta época, se siguen cuidando al máximo todos los detalles para que la finca esté a punto. Al fin y al cabo, de un tiempo a esta parte está abierta al público para que todo aquel que lo desee pueda conocer de primera mano sus encantos. Esos encantos que cautivaron al príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo cuando arrendó la finca en 1852 y más tarde la adquirió como regalo para la reina Victoria.
La nieve llega a Balmoral
En plena temporada de visitas turísticas previas al comienzo de la Navidad, desde la cuenta oficial del Castillo de Balmoral han compartido una idílica imagen en la que se ve tanto la residencia como todo el entorno cubierto por completo por la nieve. Un manto blanco rodea el edificio principal y la icónica torre que ocupa uno de los laterales del castillo. El cielo aparece muy oscuro, una tonalidad propia de esta temporada. Una imagen que invita a refugiarse en el interior de la residencia para disfrutar de un buen té caliente y del calor de la chimenea mientras se ve cómo la nieve sigue cayendo en el exterior.
«Debido a las condiciones climáticas invernales, Balmoral cerrará al público antes de lo habitual hoy. La última entrada será a las 2pm, y todos los visitantes deben salir antes de las 3pm. Cuídate y mantente a salvo», han escrito en el perfil en redes sociales del castillo. Un mensaje de advertencia ante las inclemencias del tiempo que ha provocado que se reestructuren los horarios de las visitas a la finca.
La transformación del rey Carlos III
Durante el reinado de Isabel II, el Castillo de Balmoral permaneció cerrado al público -salvo algunas zonas como los jardines- y destinado únicamente a residencia privada de la familia real. Con el cambio en el trono, el rey Carlos III ha hecho algunas modificaciones en la gestión de las propiedades y los recursos a disposición de los Windsor. En el caso concreto de Balmoral, ha abierto mucho más el castillo a los visitantes, tanto para los jardines como para el interior, incluso zonas más privadas.