Arantxa del Sol recupera su antigua vida familiar junto al torero Finito de Córdoba y sus dos hijos
Tienen dos hijos: Lucía y Juan
Celebraron su boda en Córdoba en 2001
En realidad, si hablamos de Aránzazu Maciñeiras y de Juan Serrano son pocos quienes saben que se trata de uno de los matrimonios más populares de este país. Son Arantxa del Sol y Finito de Córdoba.
Un matrimonio sólido desde el día de su boda en 2001 – por todo lo alto- en Córdoba, ciudad en la que residen desde hace unos años cuando dejaron su piso de la madrileña calle Jorge Juan. Tienen dos hijos, Lucía y Juan. Arantxa ya está de regreso en Madrid tras sus días como superviviente en Honduras.
La bella presentadora de televisión conoció al torero -que acaba de salir de un romance con Marian Camino, la hija de Paco Camino-, en 1999 a través de su amigos. El 20 de octubre de 2001 estaban celebrando su boda en la iglesia Santa Marina de Aguas Santas de Córdoba. La novia llegó tarde, en un deslumbrante Rolls Royce, y acompañada por su padre. Bellísima, lucía un vestido de creado por Lorenzo Caprile de larga cola y corte flamenco. Ella era, si cabe, más popular que él en aquellos años.
Acaba de aterrizar en España tras casi dos meses participando en un concurso de televisión, Supervivientes 2024. Llegaba sonriente, «estoy feliz porque estoy ya en casa», decía en Barajas. Feliz, muy guapa, muy morena, muy delgada y casi muda. No podía apenas hacer declaraciones a la prensa que le daba la bienvenida a Madrid a primera hora del día. El contrato con la productora del programa en que participa no le permite aún hablar con los reporteros. Muda, pero elegante y educada.
Amor profundo
Antes de abandonar la playa, tras más de 50 días de concurso declaraba de nuevo el amor profundo que siente por su marido. «Intento poner amor en cada proyecto, incluso en esta experiencia he intentado poner amor. El amor no solamente es un motor, es lo que mueve el mundo», confesaba en televisión sin pudor.
«Has hecho un concurso impresionante y para mí ya eres una campeona. No solo de supervivencia sino psicológico. Juan Rodrigo también se acuerda mucho de ti. Estamos deseando que llegues para abrazarte y no soltarte más», le decía su hija Lucía para darle fuerzas cuando estaba a punto de abandonar el concurso. De abandonar el concurso y de volver a la rutina, a su vida habitual, que ya nunca será la misma tras este paso brillante por la televisión.
Un medio que la presentadora conoce bien porque fue su plataforma de lanzamiento cuando era una joven azafata de ‘El Precio Justo’ en 1991, tras haber sido elegida Miss Madrid por su belleza. Quizás, ahora le lluevan ofertas de nuevo. La televisión le abandonó durante un tiempo tras su boda de campanillas. Son una pareja feliz, que se cuida mucho, volcada en sus hijos y con mucho recorrido profesional. En los toros y en la televisión.