¿Es apropiado el sombrero de Melania en la toma de posesión de Donald Trump?
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El boicot a Óscar de la Renta por vestir a Usha Vance y a Ivanka Trump
La nueva primera dama Melania Trump parece que no puede olvidarse de las críticas a su vestuario. Si el domingo se sabía que había un boicot a Óscar de la Renta por ser la firma cabecera de ella, de su hijastra Ivanka y de la esposa del vicepresidente, Usha Vance, la nueva disquisición es si es o no apropiado llevar el sombrero que ha lucido como complemento a su impecable estilismo. La respuesta según el protocolo es sí. Y según Pedro Mansilla, experto en moda, también. «No hay nada que impida que una dama lleve sombrero en un acto de por la mañana que, además, se desarrollaba también en el exterior. Son infinidad los casos en los que podemos ver a reinas y princesas y a «reinas» de la elegancia, con sombrero, tanto en bodas, como en actos oficiales, funerales…o tomas de posesión de su marido».
El día que se la criticó por llevar sombrero
Ciertamente no todos los sombreros son iguales y hubo un día que sí se llevó las críticas de los tótem de la moda por hacerlo. Fue en una visita de Macron y su esposa a Estados Unidos que tuvo en abril de 2018. En aquella ocasión Melania, que iba vestida enteramente de blanco, llevaba un sombrero como esta vez pero, a diferencia de hoy, cometió muchos errores que fueron los que le granjearon las críticas.
El día que sí lo llevó bien
En la visita que los Trump hicieron a Reino Unido cuando todavía vivía la inolvidable Isabel II, no sólo lo lució ella, sino que también lo hizo la «reina» de las reinas de los sombreros, es decir, la monarca británica. Y su nuera, Camilla. Los actos también tuvieron lugar en el interior. Es más, ese modelo se parece muchísimo al que ha lucido en la toma de posesión de su marido. El de aquella ocasión era de Dolce & Gabbana y el sombrero a juego era de Hervé Pièrre.
Y es que, aunque sí sea aceptado por el protocolo, es interesante cumplir algunos requisitos que pasamos a enumerar.
La copa no debe ser demasiado alta
La copa no debe ser excesivamente alta para evitar dos cosas obvias, que no cubra los ojos ni que quede por encima de la mitad superior de la frente ya que si pasan esas dos cosas, el resultado es que no se ven los ojos, es decir, no se ve la parte más importante.
El ancho de la copa debe ajustarse a la cabeza
Parece algo obvio pero si el sombrero no está hecho a medida puede suceder que quede demasiado holgado o, lo contrario, demasiado apretado, dando lugar a una imagen poco elegante. En el primer caso, además, es bastante probable que la dama esté, de manera inevitable, llevándose las manos a la cabeza para ajustarlo y evitar así que se le caiga encima de los ojos y, por lo tanto, no se le vea la cara.
La reina Matilde de los belgas en su visita a Canadá en 2018 «desafió» al protocolo y llevó un sombrero no demasiado apto por su tamaño. Eso sí, no recibió las críticas de Melania.
La importancia del peinado
Aunque no sea una norma escrita en protocolo, el peinado que mejor se ajusta a un sombrero es un moño bajo. El día de la visita de Macron, Melania «reinterpretó» a su estilo el peinado y el resultado fue poco elegante. De la misma manera sucede, por ejemplo, con las mantillas que tienen un peinado ad hoc. No sucede así, sin embargo, con los tocados que sí aceptan pelo recogido, semi recogido o incluso suelto.
Sobra decir que, bajo ningún concepto queda elegante ir sin peinarse como le sucedió a Carolina de Mónaco en la boda de los Reyes de España. Claro que luego trascendió que las razones no fueron otras que la que su marido le lió y que hizo que ni siquiera él se presentara en la Catedral de la Almudena
Sólo de día, jamás de noche
Los sombreros sólo se pueden llevar de día si lo que queremos es cumplir con el protocolo. La ceremonia de hoy en el Capitolio fue enteramente de día, por lo que en ese sentido sí fue correcto.
Se pueden llevar en exterior e interior
Las mujeres, a diferencia de los hombres, sí pueden llevar un gorro en espacios interiores. En la familia real inglesa o en la de los Países Bajos es absolutamente común tanto en el interior de sus templos como, por supuesto, en el exterior y muy especialmente el día por excelencia de los sombreros: las carreras de Ascot.
La Reina Letizia, en una de las poquísimas ocasiones en las que la hemos visto con sombrero, fue precisamente en interior, concretamente en la Abadía de Westminster en la coronación de Carlos III. No hace falta recordar que se ganó por unanimidad en la prensa europea el título de la «más elegante». Eso sí, se le veía la cara porque el ala estaba ladeada y la copa de ajustaba perfectamente a su cabeza.
¡No se besa a una mujer con sombrero!
Las críticas a Melania Trump hoy iban dirigidas a que con ese sombrero ni se le veían los ojos ni era fácil que pudiera ver a su marido. Lo que no podremos saber es si este «detalle» se ha debido a un error de protocolo de la primera dama o que a realmente no le interesaba en absoluto verlo. Lo que sí está claro es que con estos sombreros las damas no suelen poder dar besos. Y, lo que suelen repetir los expertos en protocolo es que ¡no se besa a una mujer con sombrero! Aunque, es evidente, muchos se saltan la «norma».