Ángela Molina: la actriz que engrandece el cine y recibirá el Goya de Honor
“Ninguna pandemia nos impedirá celebrar la fiesta del cine español”, con esas palabras ha resumido Ángela Molina la próxima ceremonia de los premios Goya, en la que recibirá uno de los galardones.
“Tengo el móvil con la chuleta hecha”, afirma entre risas Ángela Molina al iniciar una serie de declaraciones como la flamante merecedora del Goya de Honor, una noticia que recibió con “una gran carcajada antes de dar las gracias, debería haber sido al revés, pero sentí un torrente de alegría incontrolable”, añade con uno de esos gestos que convierten el ambiente en un mar de tranquilidad. No tiene ni pedido, ni pensado, ni decidido que tipo de vestido va a llevar, “es un poco pronto, – afirma – falta un mes, en un mes te pueden hacer todos los vestidos que quieras”.
Lo que si ha querido es “extender un abrazo que no termine nunca para todos aquellos están pasándolo de alguna manera peor que otros, toda mi consideración y todo mi amor para ellos, y fuerza, no estamos hablando de victorias pero si de sobreponernos juntos”, pues ese es su poder, no buscar la gloria para si misma, sino la de todos unidos en unos momentos tan difíciles: “Hay que seguir creando, inventando y, si cabe, más unidos que nunca, hacer lo que sea que necesite nuestra ayuda, nadar a favor de los que más lo necesitan y crear sistemas que les ayuden y les protejan, .. y lo demás es vivir y confiar”.
Nadie de su familia o sus amigos la van a acompañar a la gala que se celebrará el 6 de marzo, en Málaga, porque no lo permiten las circunstancias, pero si tiene claro que el premio se lo va a dedicar “a mi madre, a mi padre, a mi marido, a mis hijos a mis nietos, a mi adorado publico, a mis amigos… a todos, ¡a quien se lo voy a dedicar si no es a los que están en mi corazón!”. Ángela Molina no es de yo hice o yo fui, ella cuenta que son los demás lo que “me hacéis recordar, yo vivo el presente, todos mis momentos están presentes en mi, es inevitable en nuestras vidas, somos lo que hemos vivido y el sueño y la ilusión de lo que nos espera por vivir, pero inevitablemente me siento más sensible porque es un momento único, soy consciente que no se puede volver a repetir, solo es una vez en la vida y le doy ese valor”.
También ha tocado el escabroso tema de los abusos en el mundo del cine, aunque confiesa que ella no los ha sufrido, salvo una especie de intento que tuvo lugar en los inicios de su carrera, cuando aún no había hecho ni su primera película y que ella califica como una anécdota “bastante divertida” por la situación tan ridícula que se creó: “Fue muy cómico, casi como un chiste, fui a ver a un productor que ya no está, estábamos en su despacho y quiso hacer una gracia acercándose a mí y hacerlo saltando un sillón, entonces el sillón se cayó, el se cayó y yo abrí la puerta y me fui… para una comedia de Willy Wilder estaría guay”. A esto añade que jamás ha tenido un ejercicio de poder o desencuentro profesional, ni con hombre ni con mujer, “al contrario ellos me han enseñado a establecer una relación de confianza y aprendizaje siempre”.
Ángela Molina, que no ha pensado en la retirada y tampoco quiere revelar cual es su película favorita para estos Goya, adora la juventud pero “no cambiaría el proceso de la vida por nada, es emocionante ir viviendo a lo largo de los años, toda una vida, ojalá nos toquen muchos años a todo. Y mis favoritos son los bebés, es que acabo de tener mi cuarto nieto, hace pocos días, nació el día 3, el mismo día que yo, pero en distinto mes, así que estoy muy enamorada, se llama Enzo Coa, tiene historia el nombre pero le corresponde a mi hijo contarla”.
Alguien le dice que estos son los Goya de la pandemia y ella contesta rotunda: “¿A mí se me quedará grabado en mi memoria? No lo sé… Aún no ha sucedido, sé que ese cariño y agradecimiento va estar con un sentimiento muy dulce que me va a acompañar toda la vida, porque es un premio que me lo han procurado mis compañeros y eso es lo mas importante y lo mas noble de este premio”.
La veterana actriz está rodando ahora la serie ‘Un asunto privado’, junto a Aura Garrido y Jean Reno, pero no habla más porque no acostumbra a decir de qué van las historias en las que trabaja, solo que es una comedia.
Ha hecho de todo y le ilusionan todos los proyectos, aunque tiene uno especial que le gustaría llevar a cabo algún día: “Ya va haciendo un tiempo que no hago teatro y me apetecería alguna vez en mi vida interpretar un Lorca por todas las afinidades que siento con lo que él me transmite de su arte, siento que le debo eso, siento que necesito de él, pero no se sabe nunca… estoy inmersa en otras cosas”.
Ángela Molina, que tiene el don de hablar embrujando a quien la escucha, confiesa su admiración por muchos directores, destacando, por poner dos etapas muy separadas de su currículum, a Buñuel y Almodóvar: “La verdad es que los dos son absolutamente únicos y especiales, han conectado con el mundo de una manera real verdadera, es memorable, eso es ciencia del cine, son hombres con una personalidad arrolladora, provocan en ti sentimientos de enorme agradecimiento porque son generosos, como niños, están enamorados de lo que hacen,… me gusta unirles, de hecho creo que Pedro adora la obra de Buñuel… así que dejan una huella en mi memoria que es imposible de borrar, tendría que dejar de dar vueltas la tierra o algo así”.