De las palabras en español de Jennifer Lopez a los total looks de las invitadas: las claves de la investidura de Joe Biden
Washington acoge hoy la toma de posesión de Joe Biden entre fuertes medidas de seguridad y con la crisis sanitaria de fondo y recordamos 5 anécdotas que han pasado a la historia de las tomas de posesión en Estados Unidos.
Por fin ha llegado el día que millones de estadounidenses estaban esperando: la salida de Donald Trump de la Casa Blanca y el ascenso de Joe Bien al cargo de nuevo presidente de la república. A pesar de lo distinto de la toma de poder, que nada tiene que ver a la de todos los años debido a las medidas impuestas por el coronavirus, ha sido una cita emocionante en la que se han dado cita gran cantidad de rostros conocidos. Además del nuevo presidente y su mujer, Jill Biden, también han acudido antiguos mandatarios como Barack Obama o George Bush, ambos acompañados de sus esposas.
El gran ausente, como se esperaba, ha sido Donald Trump, además de su familia, que ya se encontraba en su residencia de Florida desde horas antes, protagonizando así un nuevo hecho histórico y es que, hasta la fecha, el presidente saliente siempre estaba presente para pasar el cargo al nuevo.
El nuevo presidente no ha sido el único protagonista de la ceremonia y es que a su lado han acudido rostros tan conocidos como Jennifer Lopez. La cantante ha sido la encargada de entonar el himno de Estados Unidos, un momento que ha aprovechado para decir unas palabras en español: «Una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos». Un hecho histórico ya que hasta la fecha el inglés ha sido el único idioma que se ha escuchado durante las investiduras presidenciales que, además, ha dejado patente la importancia de la comunidad latina en el país.
Otro hecho reseñable tiene que ver con las grandes damas del país comenzando por Jennifer y es que todas han elegido algo muy particular, vestir de un único color. Si la artista del Bronx ha optado por el blanco, la nueva primera dama lo ha hecho por un tono azul de lo más favorecedor firmado por Markarian. Debajo de su abrigo de tweed, decorado con cristales de Swarovski, se podía ver un traje a tono que, por supuesto, combinaba con los guantes y la mascarilla que ha llevado.
El morado ha sido el color de la nueva vicepresidenta, Kamala Harris, quien ya ha sorprendido por su buen gusto a la hora de vestir. Para esta ocasión tan especial, la más importante de su vida profesional, ha lucido un abrigo de corte clásico de la firma neoyorquina Christopher John Rogers. Debajo del mismo, un vestido Sergio Hudson, quien también ha firmado el look de Michele Obama. ¿Casualidad? Los medios internacionales no creen que lo sea y es que de este modo Kamala no solo parece apoyar el movimiento feminista, sino también reforzar el mensaje de apoyo que Obama ha hecho hacia el nuevo presidente desde que se conoció su candidatura.
Como es tradición, la ceremonia ha tenido lugar en el Capitolio y bajo el lema “Estados Unidos, unido”. Y la de Biden ha sido una de las tomas de posesión más particulares desde que comenzara a celebrarse esta ceremonia hace más de dos siglos. Una jornada marcada por las fuertes medidas de control y seguridad después de los incidentes de hace unos días en el Capitolio, así como por la situación de alarma generada por la pandemia, que provoca que los actos se vean limitados para evitar los contagios.
El capitolio, el sinónimo del comienzo de una nueva etapa
Sin embargo, antes de la era Covid-19, las tomas de posesión se hacían de una manera muy diferente. Grandes multitudes se agolpaban para dar la bienvenida al nuevo presidente en una jornada que marcaba el inicio de una nueva era. Ya nada será igual, al menos no hasta dentro de cuatro años.
No obstante, a pesar de que se trata de un día en el que los detalles se cuidan al extremo, hay ocasiones en las que surgen contratiempos. A lo largo de la Historia ha habido muchas anécdotas y curiosidades asociadas a este día tan importante, marcado en el calendario de los norteamericanos a fuego cada cuatro años.
En pleno invierno
Aunque desde hace tiempo las tomas de posesión se realizan el 20 de enero, lo cierto es que no siempre ha sido así. Al margen de la excepción de Gerald Ford, que se celebró en agosto y en la Casa Blanca, tradicionalmente se llevan a cabo en el duro invierno de Washington, que no resulta muy confortable para reuniones al aire libre. Sin embargo, en el siglo XIX se realizaban en primavera. No fue hasta que se ratificó la Enmienda 20 en 1933 que se fijó la fecha del 20 de enero como el final del mandato del presidente y vicepresidente.
Una mala decisión
A nadie se le escapa que en el mes de enero en Washington hace mucho frío para prescindir del abrigo. Pues bien William Henry Harrison decidió prescindir de esta prenda su toma de posesión. Una decisión poco acertada, sobre todo porque además, su discurso fue uno de los más largos, una hora y 45 minuto. Al terminar, el Presidente acabó con un fuerte resfriado que se convirtió en neumonía y le causó la muerte un mes después. Harrison fue el primer presidente en morir cuando estaba en el cargo, además de tener el mandato más corto en la historia de Estados Unidos.
Un asesino entre el público
En la segunda toma de posesión de Abraham Lincoln en 1865, entre el público se encontraba quien, apenas un mes después se convertiría en una amenaza para el Presidente. Wilkes Booth, el hombre que le dispararía a Lincoln, estaba muy cerca de Lincoln.
Las joyas de Roosevelt
Para su segunda investidura en 1905, Roosevelt usó un anillo que contenía un mechón de cabello de Abraham Lincoln. Roosevelt se declaró desde niño admirador de niño e incluso heredero de sus políticas de Lincoln durante su presidencia.
Un salto por la ventana
En el año 1829, al final de una de las campañas más complicadas de la historia de Estados Unidos. Andrew Jackson se impuso sobre John Quincy Adams. La Casa Blanca celebró una jornada de puertas abiertas tras la toma de posesión de Jackson, a la que cualquiera estaba invitado a pasar el rato. El problema fue que la Casa Blanca no estaba preparada para la multitud y ante la gran afluencia de personas, Jackson tuvo que salir… por una ventana.