Adara Molinero: La mutación física de la reina de los realities de sus inicios hasta hoy
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Adara Molinero no ha dejado de ser protagonista de la actualidad desde el año 2016 cuando empezó su andadura televisiva como concursante de reality en Mediaset. La joven madrileña entraba en la casa de Gran Hermano 17, antes de que la polémica cerrara el espacio, convirtiéndose en una auténtica revolución gracias a su manera de concursar, activa, despreocupada y muy muy sincera; una virtud al alza en este tipo de formato aunque,e n ocasiones, haya dado pie más de una guerra de la peor cara. Con una larga melena morena, cuerpo espigado, labios carnosos y ojos rasgados, el físico de Adara nunca pasó desapercibido, ni para la audiencia, ni para sus compañeros de concurso quienes no tardaron en caer rendidos a sus encantos, interiores y exteriores. Varias historias amor que no dieron buen fruto, más allá de la alegría de su único hijo, y que ahora vive un nuevo capítulo sentimental en el seno de una de las familias más conocidas de nuestro país.
Un fenómeno llamado Adara
En esta ocasión no se trata de hablar de los amores de Adara no es la cuestión. El elemento más comentado sobre ella en la última semana ha sido, sin duda, el cambio físico de la de Alcobendas, tras olvidarse de su color moreno de cabello para entregarse de lleno al rubio platino de su malograda media melena que cortó para poder comer en Honduras.
Con un hijo a su espalda, fruto de su primera y sonada relación con Hugo Sierra, Molinero sigue conservando su belleza intacta pero con ciertos toques de madurez, algún que otro retoque estético y confirmados pasos por quirófano tornando a la empresaria beauty en lo que es hoy.
Sus operaciones al detalle
Así, Adara se ha sometido en el pasado a un aumento de pecho con el que no quedó muy contenta. Tras declarar que le habían hecho una auténtica carnicería, se vio obligada a pasar por quirófano para volver a reducirlo en el año 2020. Ella misma explicaba los pormenores del proceso: «Desde hace bastante tiempo estoy sintiendo muchísimos dolores, me molestan un montón las prótesis, me duele sobre todo cuando me tumbo en la cama y me pongo de lado, la prótesis se me va hacia el lateral y me duele mucho».
Tras quedar conforme con el resultado, Molinero volvió a operarse, esta vez para lograr un sueño que perseguía desde hacía años. De este modo, la eterna concursante se realizaba una rinoplastia para conseguir la nariz de sus sueños. Con esta intervención sí que quedó contenta desde el primer momento: «¡Ha quedado estupenda!», relataba.
Tras estas cirugías, llegaba todo lo demás. Bótox, peeling químico, ácido hialurónico y otros retoques para que, a sus 30 años Adara siga siendo la misma pero con algunos cambios que marcan la diferencia. Todos ellos junto con el radical corte de pelo que le hizo llorar en Supervivientes, y el último cambio de imagen para convertirse en una chica ‘rubio platino’ han hecho que la evolución física de Adara sea un tema a desarrollar con un antes y un después entre los cuales han pasado siete años en los que, además de seguir en el candelero, amenaza con quedarse durante una buena temporada.