Los apodos de Koldo a las prostitutas: «Alini, mi oportunidad», «Tatyy, amiga linda» o «Adriana brasileira»

La investigación del caso Koldo ha dado un giro tras la filtración de los contactos que el ex asesor ministerial tenía de trabajadoras sexuales brasileñas. La existencia de esos contactos, descubiertos en los registros policiales, deja al descubierto la doble vida del que fuera mano derecha de Ábalos, mezclando negocios y placer en una trama que cada día sorprende con nuevas revelaciones.

«Alini, mi oportunidad» o «Tatyy, amiga linda» son sólo algunas de las expresiones melosas con las que Koldo García Izaguirre guardaba los contactos de estas mujeres que ahora están bajo la lupa de los investigadores. El tono sugerente y los apodos cariñosos contrastan con la imagen pública del ex asesor, -un ex portero de discoteca- revelando una faceta hasta ahora desconocida del personaje central de este escándalo. «Adriana brasileira», «Amiga de Brasil Murcia», «Ely Brasileña Pamplona» o «Iris Zap» son otros de los nombres de prostitutas que la UCO halló en un ordenador de Koldo.

Las noches de juerga y los encuentros clandestinos con estas mujeres brasileñas son la punta del iceberg de una red de favores y contactos que los investigadores sospechan podría estar vinculada al entramado de mordidas y comisiones. La Guardia Civil rastrea ahora posibles transferencias hacia Brasil y busca determinar si estas «amigas» eran también piezas en el tablero de sus turbios negocios.

Ya Víctor de Aldama había testificado ante el Supremo mediante un escrito que alquiló dos pisos -uno en la calle Atocha y otro en la calle Ayala-, en los que Ángel Víctor Torres, por un lado, y el ex ministro José Luis Ábalos y Koldo García, por otro, estuvieron alojados con «señoritas».

Los registros bancarios de Koldo García evidencian su presencia en Madrid durante el periodo en que arrendó inmuebles similares a los que Aldama puso a disposición de la trama para citas con mujeres.

El alojamiento más costoso pagado por Koldo fue un apartamento con un precio de 3.623 euros el 14 de junio de 2020. Estas cifras resultan significativamente elevadas, considerando que su salario mensual como funcionario del Ministerio de Transportes en aquel momento rondaba los 5.800 euros.