¿Cómo va a atacar Israel a Irán? De un castigo limitado con misiles a golpear instalaciones nucleares

Irán lleva décadas financiando a grupos terroristas para atacar de forma indirecta a Israel. Ambos países han evitado la confrontación directa durante años, librando una guerra de sabotajes y operaciones secretas. El lunes se marca en rojo el primer aniversario del 7 de octubre, masacre de Hamás en el sur de Israel, orquestada por Teherán para boicotear el establecimiento de relaciones entre Arabia Saudí e Israel, en el que había trabajado Washington durante años. Los dos países se acercan ahora a un conflicto abierto, tras la operación terrestre de Israel sobre el sur del Líbano contra el grupo terrorista de Hezbolá, fundado por Irán en 1982 y financiado durante décadas. El lanzamiento de 200 misiles de Irán contra Israel como represalia tras la operación de Israel contra el líder terrorista de Hezbolá, Hasán Nasralá, y el líder de Hamás, Ismail Haniyeh. Ya el 14 de abril Irán atacó Israel, la primera vez de forma directa.

En abril, en respuesta por el primer lanzamiento de misiles de Irán contra Israel, Jerusalén atacó un sistema antiaéreo S-300 cerca de Natanz, ciudad del centro de Irán fundamental para el programa de armas nucleares del país, que se encuentra en la provincia de Isfahán.

Ahora Israel busca cómo responder a Israel. A continuación, se detalla cómo Jerusalén puede responder a Teherán, atacando sus centros de producción de petróleo, bases militares o emplazamientos nucleares:

Ataque a las instalaciones nucleares

Washington ha pedido a Jerusalén que no ataque las instalaciones nucleares de Irán, entre las que se incluyen plantas de producción y enriquecimiento de uranio, minas de uranio y reactores de investigación. Atacar instalaciones nucleares, muchas de las cuales se encuentran bajo tierra, sería difícil sin la ayuda de Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos Joe Biden ha declarado este miércoles que no apoyaría un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes.

Las dos grandes instalaciones nucleares de Irán son Natanz e Isfahán. Natanz. La piedra angular del programa nuclear se encuentra en Isfahán. Construido con ayuda china, el Centro de Tecnología Nuclear de Isfahán (INTC) es el mayor complejo de investigación nuclear de Irán. Prepara el material radiactivo para su enriquecimiento. El óxido de uranio se convierte en tetrafluoruro de uranio (UF4) y hexafluoruro de uranio (UF6). Este compuesto químico se utiliza en las centrifugadoras para el enriquecimiento del uranio.

Situado a unos 300 kilómetros al sur de Teherán, en la provincia de Isfahán, Natanz es el principal centro de enriquecimiento de uranio de Irán. Allí funcionan las centrifugadoras del programa nuclear que enriquecen uranio con fines civiles y, potencialmente, militares. La instalación está alojada en búnkeres subterráneos para protegerla de los ataques aéreos. Natanz ha sido objeto de varios actos de sabotaje atribuidos a Israel, como el uso del virus Stuxnet, explosiones y cortes de electricidad. Al parecer, el sistema de defensa antiaérea de la instalación fue desactivado en abril.

Ataque a la industria petrolera de Irán

El presidente de Estados Unidos Joe Biden se ha pronunciado en contra. Las instalaciones petrolíferas y gasísticas de Irán se concentran principalmente en el oeste del país, cerca de Irak, Kuwait y Arabia Saudí. Hay un gran número de instalaciones que se encuentran frente a la costa de Irán o en islas, como su principal terminal de exportación de petróleo en la isla de Kharg, en el Golfo Pérsico. Bombardear las instalaciones petrolíferas podría perjudicar a la ya frágil economía iraní y afectar a los mercados mundiales del petróleo justo antes de las elecciones de EEUU del 5 de noviembre. Por ello, Biden le ha pedido al primer ministro Benjamín Netanyahu a través de sus funcionarios del Departamento de Estado y sus militares que valore otra forma de respuesta. Irán produce unos tres millones de barriles de petróleo al día, lo que equivale al 3% del suministro mundial.

Ataque con misiles

Israel puede utilizar los misiles balísticos de alcance medio Jericó 2, que pueden volar unos 3.000 kilómetros, y misiles balísticos de alcance intermedio Jericó 3, que pueden alcanzar objetivos a más de 6.000 kilómetros de distancia.