Los separatistas quieren forrarse con su victimismo: camisetas, tazas y mascarillas del «catalangate»

La pela es la pela. El independentismo catalán pretende hacer caja con su campaña de victimismo en el marco de los pinchazos telefónicos con el software isrealí Pegasus en el marco de intentos de golpes de Estado. Activistas a favor de la secesión de Cataluña han abierto una tienda online  en la que venden camisetas, tazas y mascarillas contra el coronavirus con el lema «Catalangate: Nos están vigilando».

Tal como ha podido comprobar OKDIARIO, una empresa radicada en Badalona (Barcelona) ha lanzado productos de merchandising para lucrarse económicamente con la última campaña del independentismo. Por el momento venden tazas a 15 euros, mascarillas de tela a 15 euros la unidad y camisetas de manga corta a 20 euros de varios colores. En todos los artículos se plasma el logotipo negro y azul que han popularizado los políticos catalanes. Senadores de Junts han lucido una pancarta con esa imagen en una sesión en la Cámara Alta esta semana.

Desde la cuenta oficial de redes sociales de Catalangate dan a entender que estas ventas se hacen a título individual de la empresa que opera la tienda y que el dinero recaudado no irá a parar a la causa judicial que impulsan. «Desmintamos que Catalangate haya creado productos de merchandising y advertimos que los beneficios que se obtengan de la compra de estas camisetas no irán destinados a la campaña de denuncia», explican. En todo caso, OKDIARIO ha podido confirmar que se trata de una tienda de militantes a favor de la independencia.

La tienda en cuestión tiene un largo historial de ventas enfocadas a fanáticos del secesionismo. Han vendido también camisetas, sudaderas o bolsas de tela con el logo de Tsunami Democrático, una plataforma independentista catalana organizada para dar respuesta de forma violenta a la sentencia del juicio del procés.​ Nació en agosto de 2019 y se caracterizó por poner en peligro infraestructuras básicas del país como autovías, aeropuertos, etc. usando como escudos humanos a multitudes de personas.

También han hecho ropa con lemas como «vosotros estáis arriba, nosotros estamos en todas partes», «no habrá celdas para tantas aves»  o «libre e ingobernables». Todo ello con el logo de Tsunami Democrático e imágenes de las urnas del referéndum ilegal del 1 de octubre.

El propio expresidente de la Generalitat y eurodiputado Carles Puigdemont ha impulsado la campaña del Catalangate. Dice que estas investigaciones a líderes golpistas «ha generado inquietud entre quienes se creían a salvo de estas prácticas. Avisamos que los estándares españoles debilitan la democracia europea», ha indicado.

Además, ERC ha propiciado un debate en el Parlamento europeo sobre esta cuestión. Estos políticos catalanes han generado tal estado de alerta que la Eurocámara ha abierto un servicio para que los eurodiputados puedan «comprobar si sus teléfonos móviles han sido infectados».

En este asunto tienen la total complicidad de Unidas Podemos. Entre otros cargos morados, la eurodiputada y portavoz de IU Sira Rego ha exclamado: «En nuestro país urge abrir una investigación y depurar responsabilidades».

El presunto espionaje se centró en más de 60 personas vinculadas al independentismo. Políticos, abogados, activistas y periodistas, según el centro de investigación Citizen Lab, en el que colaboran varios catalanes a favor de la independencia, y que se ha publicado en el medio de comunicación The New Yorker.

Entre los líderes independentistas supuestamente espiados por el CNI están el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés –en su etapa como vicepresidente–, los expresidentes Artur Mas y Quim Torra, el entorno de Carles Puigdemont y la presidenta del Parlament, Laura Borràs –cuando era diputada en el Congreso–.