Sánchez se rinde a Junts: acepta trocear el decreto para salvar las pensiones y las ayudas sociales

Pedro Sánchez ha constatado la debilidad de su Gobierno y ha acabado cediendo ante Carles Puigdemont. El Consejo de Ministros ha dado luz verde a un nuevo decreto ómnibus que incluye la revalorización de las pensiones, las bonificaciones al transporte, las ayudas para los afectados de la DANA y otras medidas en materia social, tal y como exigía Junts para aprobarlo en el Congreso. Hasta este mismo lunes, el Ejecutivo aseguraba que volvería a presentar un decreto ómnibus íntegro, sin separar ninguna medida, pero finalmente ha tenido que volver a plegarse a los intereses de sus socios independentistas, aunque no sin pagar un peaje importante: Sánchez tendrá que someterse a la cuestión de confianza que exige Puigdemont.

La pasada semana el Congreso de los Diputados frenaba este decreto del Gobierno ante los votos en contra de PP, Vox y Junts, socio parlamentario de Sánchez, que constataba la debilidad del Ejecutivo. La posición del presidente del Gobierno fue clara: iba a buscar apoyos «hasta debajo de las piedras» para no separar el decreto ómnibus como exige el partido de Alberto Núñez Feijóo. El propio Sánchez aseguraba que su intención era llevar de nuevo a la Cámara Baja un real decreto ley que incluyese todas las medidas que decayeron el pasado miércoles.

«Mi objetivo es que se pueda aprobar un real decreto ley ómnibus, que es un escudo social que se necesita en nuestro país», aseguraba el pasado viernes en su visita a Fitur. Una afirmación que hasta ayer mismo refrendaban los socialistas. «No entendemos por qué el Partido Popular nos quiere hacer elegir entre las bonificaciones al transporte, la subida del ingreso mínimo vital, la subida del salario mínimo o la subida de las pensiones», aseguraba la secretaria de Política Económica del PSOE, Enma López.

Hasta este mismo lunes, la intención de Moncloa era negociar este decreto antes de volver a llevarlo al Consejo de Ministros y no preveía aprobarlo en la reunión de este martes. Algo que ha cambiado a lo largo de la jornada de hoy: el Gobierno ha retrasado el cónclave ministerial para poder ultimar la negociación con Junts y llevar hoy mismo el decreto. Sin embargo, tanto PP como Junts acorralaban a Sánchez a base de propuestas que salvasen las principales medidas del decreto sin ceder en otras cuestiones y que ahora se han materializado en este nuevo ómnibus, que sólo recoge 29 de las 80 medidas que fueron rechazadas por la Cámara Baja.

El Consejo de Ministros ha aprobado un decreto que incluye a revalorización de las pensiones y el Ingreso Mínimo Vital, las ayudas al transporte público las ayudas para los afectados por la DANA y el volcán de La Palma. Además, también se ha incluido la cesión al PNV del palacete de París. También se incluye en este decreto la moratoria para los desahucios, en la que se añade la exigencia de los de Puigdemont de que el propietario cobre los meses en los que su casa está ocupada, así como los daños que pudieran haberse acusado en la vivienda.

Por el contrario, quedan fuera del decreto, entre otras, todas las propuestas económicas: las medidas relativas a las ayudas a empresas electrointensivas, las medidas para suavizar el impacto contable del impuesto en los bancos, las subvenciones a empresas sin el balance previo pertinente, o la perpetuación de unos anticipos por la financiación autonómica.

Precio a pagar

La aprobación de este nuevo ómnibus no es gratis para el Gobierno. Pedro Sánchez ha aceptado la tramitación de la proposición no de ley de Junts en la que pide que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza. El jefe del Ejecutivo da vía libre a esta iniciativa, a la que hasta ahora era reticente. El acuerdo, además, deja en suspenso la «congelación» de las negociaciones entre ambos partidos, que anunció el propio Puigdemont hace unos días.

La petición de Junts sobre la cuestión de confianza estaba paralizada en la Mesa del Congreso desde el pasado 16 de enero, cuando PSOE y Sumar -que tienen mayoría en el órgano parlamentario- decidieron aplazar la decisión sobre la admisión a trámite de la iniciativa. Esto provocó el enfado de Junts, expresado a través del propio Puigdemont, quien declaró rotas todas las «negociaciones sectoriales» con los socialistas. La Mesa del Congreso se celebra el día 4 de febrero y sería en esa fecha cuando se tramitaría la cuestión de confianza. Los de Puigdemont tiene cupo para meter sus iniciativas en Pleno a finales de febrero, por lo que esta proposición no de Ley se debatiría y votaría a principios de marzo.