Sánchez rechaza la oferta de Feijóo de que gobierne la lista más votada: «Hay que encerrar al PP con Vox»

Por norma general, tras las elecciones del 28 de mayo, no habrá acuerdos entre el PSOE y el Partido Popular en las principales capitales y en las comunidades autónomas en las que se celebran elecciones. La orden de Pedro Sánchez, que rechaza la oferta de Alberto Núñez Feijóo de que gobierne la lista más votada, es clara: «Hay que encerrar al PP con Vox». Con las generales previstas para diciembre, como si se tratase de una segunda vuelta electoral, en Ferraz están empeñados en obligar a los de Feijóo a aliarse con los de Santiago Abascal, para vender el mensaje de que son lo mismo. Parte de esa decisión se sostiene también al ver que los populares ganan en la mayoría de plazas importantes y que el PSOE únicamente se puede hacer con el poder con un pacto con varios partidos.

Con esta estrategia, que diseñó hace unos años el ex jefe de gabinete del presidente Iván Redondo, los socialistas vuelven a avivar el miedo «a la ultraderecha». Pese a que en el pasado no les ha dado mucho rédito electoral y ha recibido fuertes críticas por parte de algunos dirigentes y barones territoriales. La reunión del Comité Electoral del partido, con los últimos sondeos internos que empiezan a definir cómo puede quedar el mapa electoral, ha empezado a trazar cómo deben encarar desde la formación los meses que quedan hasta las elecciones generales. Es la verdadera lucha de esta campaña electoral. Poniendo el foco en los gobiernos autonómicos y principales ciudades del país, convirtiendo los acuerdos postelectorales en banco de pruebas de las generales, en Ferraz están convencidos de que lograrán «desgastar a Feijóo».

El objetivo de la organización que dirige Sánchez es hacer calar entre la ciudadanía el argumento de que el PP pactará con Vox cuando necesiten votos para formar acuerdos. Algo que aseguran que exigirán. De tal manera que los españoles asocien el apoyo a Feijóo a la presencia de Abascal en el futuro Gobierno. Aunque el jefe de la oposición ha manifestado en distintas ocasiones su voluntad de gobernar en solitario. Hasta ahora el líder de los populares ha tratado de desmarcarse de la formación verde, incluso en su relación personal con Santiago Abascal. Cabe recordar, además, que el acuerdo de coalición en Castilla y León se forjó antes de su llegada a la presidencia del PP.

En la dirección federal del PSOE acusan a Génova de utilizar a algunos de sus barones, como el manchego Emiliano García-Page y el extremeño Guillermo Fernández Vara, «para presionar a Sánchez» con el fin de que cambie de posición. Algo que de ser cierto no surgirá ningún tipo de efecto. El secretario general del PSOE está empeñado en «llegar hasta el final» para tratar de vincular a Feijóo con Abascal. Consciente de que tal vez así puede rascar algunos votos de centro que duden entre populares y socialistas en las próximas elecciones generales. Todo lo que hace va en la dirección de mantenerse él cuatro años más en el Palacio de La Moncloa.